Garantía de pulmones: sólo de no fumadores
En la reunión que celebraron con con un agente encubierto del FBI, los dos detenidos aseguraban que tenían enteramente a su disposición los órganos de al menos 50 de los 200 presos ejecutados cada año en la provincia china de Hainan.También ofrecían viajes a China que incluían una operación de trasplante de riñón por un precio que oscilaba entre 20.000 y 30.000 dólares (entre 3 y 4,5 millones de pesetas), es decir, mucho menos de lo que cuesta sólo el trasplante en los hospitales de Estados Unidos. En el muestrario disponible incluían cualquier órgano humano que pudiera ser trasplantado; para fomentar el negocio garantizaban que los pulmones que ofrecían procedían siempre de presos no fumadores.
El Gobierno de China ha negado siempre las constantes acusaciones de que su país es el principal implicado en el creciente mercado negro de tráfico de órganos humanos; se da la circunstancia de que el médico que puso a la policía sobre la pista de los detenidos es miembro de una organización de derechos humanos que en numerosas ocasiones ha pedido al Gobierno estadounidense que presionen a los dirigentes chinos para frenar esta práctica ilegal. Uno de los detenidos aseguraba en las reuniones que los cadáveres de los que se extraían los órganos eran de presos políticos y "por tanto gente sin ningún derecho en China".
Amnistía Internacional ha expresado su preocupación por el aumento imparable de penas de muerte en China, un número que asciende ya a 6.000 cada año. Las organizaciones de derechos humanos están convencidas de que muchas de esas ejecuciones esconden un mercado negro de órganos humanos comprados principalmente por otros países asiáticos.
