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Castro se reunirá con los obispos por primera vez desde 1985

El presidente cubano, Fidel Castro, se reunirá el jueves con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y con una representación de la Conferencia Episcopal Cubana, en un nuevo gesto hacia la Iglesia después de anunciar que este año el día de Navidad será festivo en Cuba. Castro no sostenía un encuentro con la jerarquía de la Iglesia católica cubana desde 1985, poco antes de celebrarse en La Habana el I Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC).Será la primera vez que Castro recibirá oficialmente a Ortega desde que éste fue nombrado cardenal en 1993, aunque después de esa fecha ambos se han encontrado en varias ocasiones en el marco de la visita a la isla de algún enviado del Vaticano.

Fuentes diplomáticas opinaron que la reunión de Castro con los obispos quiere ser una muestra más del "clima constructivo" que el Gobierno desea crear en vísperas del viaje del Papa.

El propio Castro fue el encargado de dar la noticia al clausurar el décimo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. En su discurso, de tres horas y media, Castro dedicó más de una hora a hablar del viaje del Pontífice y de las relaciones con la Iglesia, y advirtió que existía una campaña de desprestigio y mentiras contra su Gobierno en torno a este viaje del Papa.

Según el presidente cubano, algunos enemigos de la revolución cubana en Estados Unidos están tratando de dar la imagen de que Cuba está obstaculizando los preparativos de la visita, y puso como ejemplo de ello las declaraciones del congresista demócrata norteamericano por Florida, Bob Menéndez, quien acusó a La Habana de amenazar a los trabajadores que desean asistir a las misas que Juan Pablo II ofrecerá en la isla con perder su puesto de trabajo.

Imposible presionar al Papa

Castro calificó tales acusaciones de "infamias", y dijo que eran el resultado de la imposibilidad de presionar al Papa para que no viniese a la isla. "La visita del Papa a Cuba les mortifica, les fastidia, pero a él no pueden decirle que no venga, como hacen con algunos empresarios y líderes políticos", afirmó.El mandatario cubano dijo que se tomarían todas las medidas de seguridad necesarias para "reducir a cero la posibilidad de que se quiera deslucir la visita con algún acto terrorista", y afirmó que se darían todas las facilidades a la Iglesia para que el viaje papal fuese un éxito. "El éxito de la visita del Papa debe ser un éxito de la revolución", aseguró.

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Castro negó también que el Gobierno cubano hubiese puesto ningún obstáculo a los viajes de los peregrinos norteamericanos que deseen viajar a la isla, y reiteró que todos aquellos que quieran hacerlo tendrán todas las facilidades. "Que alquilen 10, 20 charters, los que quieran", dijo. "El único requisito, por motivos de seguridad, es que tengan un visado".

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