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Major vuelve a hacer de la economía el caballo de batalla de su campaña

"Primer ministro, por favor, mire para acá". "Primer ministro, dese la vuelta, por favor". El circo electoral ha llegado esta vez a Coventry. Decenas de fotógrafos, cámaras, reporteros de a pie rodean al primer ministro británico, John Major y a su esposa Norma, en el momento cumbre de abordar un Jaguar XK8, el último modelo del mítico coche británico fabricado hoy por la norteamericana Ford. A menos de una semana de la cita con el electorado británico, Major ha centrado de nuevo la batalla política en la economía.

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Los grandes logros tories, especialmente el de haber convertido al Reino Unido en un polo de atracción para las inversiones extranjeras, está nuevamente en boca de los líderes del partido. El equipo del primer ministro ha preparado para resaltar este aspecto dos visitas estrella: la planta de Jaguar en Coventry y la de Siemens en las inmediaciones de Newcastle.Pero por más que los conservadores hayan optado por resucitar el tema económico, Europa y la moneda única siguen gozando de excelente salud. En la aséptica y modernísima planta de semiconductores de Siemens, en la región norteña de Tyneside, ni siquiera la presencia de Major ha podido evitar que el director de personal, Leww Aviss, se pronuncie a favor de la moneda única, como ya lo hiciera el fin de semana el propio presidente de la compañía para el Reino Unido.

Es un inconveniente menor para el primer ministro, acostumbrado a capear grandes temporales políticos. Después de todo, recuerda Major, los conservadores tampoco rechazan de plano la posibilidad de adoptar el euro en algún momento. Además, el primer ministro está de buen humor.

En el avión de British Midland, que se ha convertido en su cuartel general volante durante esta campaña, Major se acerca un rato a la parte trasera donde viajan los periodistas que le siguen desde primeros de abril.

Profesional de la carcajada

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El corresponsal de la BBC le regala una camiseta azul que parodia el lema tory: "Sólo puede estar seguro con esta panda". Major se ríe como un profesional de la carcajada. "Espere que lo vea Norma", dice. "A partir de ahora no pienso quitarme esta camiseta". ¿Se la pondrá en Downing Street? "Por descontado. Aunque casi mejor la reservaré para el question time [la doble comparecencia semanal del jefe del Gobierno]". ¿Y qué dirá la oposición?: "No se lo digo, que están funcionando los micrófonos".

Los Major -traje oscuro y cruzado él, falda negra con chaqueta de cuadros rojos, negros y blancos, ella- abordaron el Boeing 737 a primera hora de la mañana. El primer destino es Coventry -apenas 15 minutos de distancia en avión-, donde le espera la plana mayor de Jaguar, con su presidente Nick Sheller.

Coventry es territorio enemigo para los tories, con una población mayoritariamente prolaborista y una considerable presencia de los sindicatos en las principales empresas. En la propia planta de Jaguar, en Browns Lane, los sindicatos tienen considerable fuerza. "Las relaciones con la empresa son excelentes. Normalmente nos consultan sobre todas las decisiones importantes", explica Don Waugh, representante del sindicato de ingenieros que acaba de tener un amable encuentro con el primer ministro. ¿Qué le ha parecido el líder tory? "Al principio, estaba nervioso, pero enseguida me he dado cuenta de que es una persona simpática, muy, muy agradable". ¿Tanto como para votarle? "No, no, yo soy laborista".

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