Un despacho en las ofcinas de una multinacional

El Partido Popular tiene una oportunidad histórica para hacer algo por el cine español, que es copiar el modelo francés, modelo creado por la derecha y apuntalado por izquierda y derecha a lo largo de los años. ¡Qué excéntricos estos franceses! Siempre poniendo la cultura por encima de la coyuntura política. Cortés ha hablado de un impuesto sobre las entradas. En Francia existe un impuesto del 13% en todas las entradas, que es lo que nutre el fondo de protección, y que es administrado por el Centro Nacional del Cine, que es un organismo profesional y autónomo, que es lo que debería ser aquí el ICAA [Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales]. Eso nos hubiera ahorrado a los profesionales muchos titulares y ponernos colorados muchas veces, porque el dinero para el cine saldría del cine.Asimismo, haría falta un sistema parecido a los Soficas franceses, para canalizar las desgravaciones por inversión en el cine y hacer que se cumplieran las cuotas de cine europeo en las salas y en los canales de televisión, que deberían invertir en producción nacional unos porcentajes de sus presupuestos. Si la política cinematográfica del PP fuera por ese camino, yo seré el primero en aplaudirles.

Respeto la opinión del señor Cortés de que el cine español de los últimos 12 años ha sido el peor de la historia. Pero no es más que una burda declaración política, que parece llevar implícito que las películas de esos años las ha hecho el PSOE. En lo que a las mías se refiere, puedo probar que sólo yo soy el culpable de que sean tan malas. Ahora bien, lo que me gustaría saber es qué películas españolas son las que le gustan. Tal vez le guste más Raza que ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Tómbola que Remando al viento, o El fontanero, su mujer y otras cosas de meter que Los santos inocentes.

Aun si así fuera, considero que está en su derecho. Como también está en su perfecto derecho de decir que está en contra de la excepción cultural europea. Ello le hace merecedor de un despacho en las oficinas de una multinacional, pero le descalifica para gestionar nada relacionado con la cultura española o europea. Además, en ese puesto haría menos daño y ganaría más. Espero.

La primera declaración del nuevo Gobierno en lo que se refiere a cultura fue que "el Museo del Prado sería el buque insignia de su política cultural". Lo cual me produce escalofríos, porque quiere decir que la cultura que les gusta es la cultura muerta. Goya ahora es celebrado, pero fue expulsado de España por los reaccionarios y nacionalistas y murió en Francia. Ahora homenajeamos a Luis Buñuel, pero ¿qué fue de Buñuel en vida? O de Picasso.

La cultura es presente y futuro. El pasado es tradición y arqueología. Que está muy bien. Pero si emplean la cultura del pasado para impedir y abortar la de hoy, entonces estoy de acuerdo con Buñuel cuando proponía a los surrealistas quemar el Museo del Prado. Aznar, Aguirre y Cortés deberían pensar que Goya no pintaba para que dos siglos después vinieran japoneses a ver sus cuadros colgados de una pared. Goya pintaba para denunciar la injusticia, por un mundo mejor y para ganarse la vida.