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Los comunistas rusos piden a los votantes que desconfíen de Yeltsin

Pilar Bonet

El Partido Comunista (PC), el favorito en las elecciones legislativas que se celebran hoy en Rusia, respondió ayer a las advertencias hostiles del presidente Borís Yeltsin con una carta abierta en la que afirma que se ha renovado y, pasando al contraataque, aconsejó a los rusos no fiarse de quienes "provocaron la guerra, saquearon a la población, dejaron al pueblo indefenso y humillaronron al país".

"Nuestro partido ha realizado un difícil análisis de los errores del pasado", señalaba un breve mensaje en la primera página del diario Soviétskaya Rossía. El día anterior, Yeltsin había exhortado por televisión a sus conciudadanos a no cometer el "trágico error" de votar por el pasado.El PC ha elaborado una "visión moderna" para levantar la economía, acabar con la criminalidad, volver a hacer de Rusia una gran potencia y mejorar el nivel de Vida, señalaba el heredero político del Partido Comunista de la URSS (PCUS).

El PC es la formación más organizada entre las 43 que concurren a la elección de la Duma Estatal, Cámara baja del Parlamento. La mitad de los 450 escaños de la Duma se adjudica por sistema proporcional en una circunscripción estatal única (listas de partidos cerradas) entre las formaciones que logren superar el listón del 5% de los votantes. Los otros 225 escaños se reparten por sistema mayoritario de una sola vuelta en circunscripciones uninominales.

Si se confirma la victoria de la oposición, que predicen las encuestas, los sectores reformistas que apoyan a Yeltsin serán en gran medida culpables de ello, aunque ni el líder ruso ni los muchos jefes de partidos enanos, unidos en el pasado en un solo movimiento, lo reconozcan. Los políticos que en 1993 encabezaban la lista electoral de Yegor Gaidar, el arquitecto de la primera reforma económica liberal poscomianista y el líder del partido Opción Democrática de Rusia, están hoy dispersos en distintos grupos, desde Nuestra Casa es Rusia (NCR), el bloque del primer ministro Víktor Chemomirdin, hasta ¡Adelante Rusia!, de Borís Fiódorov.

Algunos de los contendientes, aunque están seguros de no lograr el 5% -como Irina Jakamada, líder de Causa Común, o Vladímir Lísenko, del Bloque de Panfilova-Gúrov-Lisenko- prefieren hundirse con sus votos antes que pedir a sus seguidores que apoyen a grupos con más perspectivas. NCR y Yábloko, que dirige el economista Grigori Yavlinski, son los mejor situados para captar el voto de centro-derecha y derecha. NCR da cabida a la élite ya establecida y poco amante de cambios bruscos y Yábloko propone introducir reformas liberales a un menor costo social.

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Frente nacionalista

El frente de los nacionalistas, cuyo caballo de batalla es el resurgimiento de un Estado ruso fuerte, ha sufrido también de la división en sus filas a causa del protágonismo de sus líderes, que, como la derecha, ha sido incapaz de organizarse en un solo movimiento. La oferta incluye al Partido Liberal Democrático, de VIadímir Zhirinovski, que arremete contra todo y dice lo que le da la gana. Incluye también a generales varios que tienen en común el haber luchado en Afganistán, como el vicepresidente de Rusia, Alexandr Rutskói, o el general Borís Grómiov.El grupo con más perspectivas en esta zona es el Congreso de las Comunidades Rusas (CCR), cuya figura más carimatica, el general Alexandr Lébed, ha sido víctima de la mediocre campaña organizada por Yuri Skókov, cabeza de lista de la formación.

La izquierda está integrada por una constelación de pequeños grupos como el Partido Agrario, que se opone a la libre compraventa de la tierra, o el bloque Comunistas-Rusia Obrera-Por la URSS, de Víktor Anpílov, partidario de la dictadura del proletariado. El Partido Comunista, de Guennadi Ziugánov, es más moderado, acepta la propiedad privada aunque da prioridad a la propiedad social.

En el centro-izquierda destacan las Mujeres de Rusia, un grupo pragmático, que a pesar de su nombre no es feminista. En el centro se ha quedado el jefe del Parlamento, Iván Ribkin, cuyo bloque difícilmente pasará el 5%. Ribkin puede ser elegido diputado de la Duma en su calidad de candidato por una circunscripción uninominal.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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