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Catarsis colectiva del SPD alemán en su congreso en Mannheim

El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) celebró ay una especie de catarsis colectiva el primer día de su congreso que durará hasta el viernes.El presidente del SPD, Rudolf Scharping, de 47 años, reconoció haber cometido errores, pero apeló a sus adversarios a enfrentársele cara a cara y no por la espalda. Su contrincante dentro de la presidencia del partido, el presidente del Gobierno de Baja Sajonia, Gerhard Schroder, de 51 años, admitió sus faltas, pero afirmó que los éxitos electorales en su Estado federado le dan la razón.

El primer día del congreso de SPD en Mannheim estuvo dedicado a una autocrítica colectiva. De momento, el SPD no tiene alternativa para el desafortunado Scharping. Todo parece indicar que mañana Scharping, sin contrincante, saldrá reelegido como presidente del SPD, aunque queda abierta la duda de si podría soportar un fracaso electoral el próximo 24 de marzo, cuando se celebrarán elecciones regionales en tres Estados federados: Baden-Wurtemberg, Schleswig-Holstein y Renania-Palatinado.

En su discurso de apertura que cosechó aplausos, pero no ovaciones, Scharping reconoció el lamentable espectáculo que ha venido dando en los últimos meses la dirección del SPD y dijo que "se ha roto mucha porcelana". Se lamentó Scharping de que le tiraran "palos entre la piernas", y apeló a dirimir con limpieza y cara a cara los enfrentamientos. Después de unos momentos con cierta dosis de patetismo, en los que elevó la voz y se le enrojeció la faz, su discurso derivó hacia una enumeración de tópicos y declaraciones de buen voluntad sobre cómo reformar la sociedad y conseguir una economía competitiva en Alemania

Discurso decepcionante

El discurso de Scharping resultó decepcionante, si se tiene en cuenta la necesidad del SPD de poner freno a su irresistible caída, que en las últimas elecciones regionales en Berlín resultaron escandalosas. La sesión de tarde-noche se dedicó a un debate general, en el que los delegados dieron rienda suelta a las frustraciones acumuladas en los últimos meses.El oponente de Scharping, Schroder, tomó la palabra para disculparse, pero añadió que no acepta la acusación de que su conducta haya sido dañina para el SPD, porque él demostró en Baja Sajonia que en 1990 pudo romper el dominio de la Unión Cristiana Democrática con una coalición rojiverde y en 1994 lograr la mayoría absoluta.

Schroder dió el golpede efecto de la tarde al decir que sus posiciones podrán ser juzgadas por el congreso "porque yo me presento como cadidato", señaló y abandonó el podio. Por unos segundos reinó la confusión y se pensó que Schroder desafiaba a Scharping, pero luego regresó al podio para aclarar que se presentaba como candidato a la presidencia colectiva del SPD, no como presidente.

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