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La justicia alemana "absuelve" a los espias de la RDA

El Constitucional dice que "el espionaje es punible cuando se dirige contra el Estado propio"

En una sentencia histórica, equivalente en la práctica a una ley de punto final, el Tribunal Constitucional alemán decidió ayer que no sean Perseguidos judicialmente los espías que pertenecieron a los servicios secretos de la antigua República Democrática Alemana (RDA), la temible Stasi, y que no trabajaron en territorio de Alemania Occidental. La sentencia, esperada desde hace cuatro años, acaba con un debate en el que se hablaba de espías buenos (los de la RFA) y malos (RDA). La Sala Segunda del más alto tribunal alemán, con sede en Karlsruhe, decidió por cinco votos contra tres que "el espionaje de un país que únicamente quiere oprimir no diferencia para nada de de otro país cuyos objetivos persiguen garantizar la libertad del Estado de derecho".

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"El espionaje sólo es punible cuando se dirige contra el Estado propio o los aliados. Los Estados ven en el espionaje un medio legítimo cuando se trata de conseguir conocimientos sobre la situación de otros", asegura el tribunal en el fundamento de la trascendental sentencia.El fallo, que afecta posiblemente a miles de personas que trabajaron para el Ministerio de la Seguridad de la antigua RDA, obligará al sobreseimiento de 700 procesos tan sólo en la Audiencia Territorial de Berlín. Se calcula que en toda Alemania hay abiertos más de 6.000 sumarios por actividades de espionaje.

El Tribunal Constitucional diferencia tres posibles actividades con consecuencias judiciales distintas. En primer lugar, declara improcedente el procesamiento de ciudadanos de la RDA que espiaron a la República Federal de Alemania, únicamente desde el territorio de la desaparecida Alemania del Este o desde aquellos países en que fuese imposible conseguir la extradición por parte de Alemania Occidental.

Según la sentencia, como consecuencia de la reunificación, "estos agentes se encontrarían sin su actividad como ciudadanos del Estado contra el que espiaron en virtud de la legalidad de la RDA". "Alemania sería para ellos una potencia extranjera si no considera estas circunstancias y los persigue judicialmente", añade.

Un apartado distinto es dedicado a los agentes de la RDA que trabajaron en el interior de Alemania Occidental. Para ellos procede, según la sentencia, una reducción de la condena o incluso el sobreseimiento del proceso. En este caso se debe considerar si la persecución judicial "tiene algún sentido tras la reunificación, en función del fin del enfrentamiento entre los servicios secretos".

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El tercer supuesto

Por último, los ciudadanos de la República Federal de Alemania (RFA) que colaboraban con los servicios secretos de la RDA deben contar con que pueden ser procesados, según el fallo. En este grupo se incluyen todos los agentes que en un Estado occidental o neutral tuvieran contactos con espías que operaban en el interior de Alemania Occidental, siempre que el espionaje fuera ilegal en ese lugar o que la RFA hubiera podido conseguir la extradición.

La sentencia, que prohíbe juzgar por espionaje a los agentes del Este y de la que se beneficiarán no sólo sus figuras más conocidas, como el superespía Markus Wolf, no impide procesarlos por otros delitos relacionados con su trabajo.

En su primera reacción sobre la sentencia, Wolf calificó como "valiente" la decisión adoptada por el Supremo alemán. Sin embargo, no ha querido pronunciarse respecto a las consecuencias sobre su propio caso o los de sus colaboradores procesados. "Mi experiencia con los fiscales, que están obsesionados por perseguir espías, me hace ser cauteloso", aseguré.

El antiguo jefe del espionaje fue condenado a seis años de prisión, en diciembre de 1993, por un tribunal de Düsseldorf que le halló culpable de los delitos de espionaje y cohecho.

Aunque la pena por espionaje queda suspendida definitivamente tras la sentencia de la Corte de Karlsruhe, debe ser revisada para determinar qué parte de ella corresponde a otros delitos. La decisión del Constitucional ha sido acogida con reacciones muy diversas por la clase política alemana. Mientras Lothar Bisky, líder del Partido para el Socialismo Democrático (PDS), fundado por los antiguos comunistas del Este, la calificó de "victoria de la razón política", los sectores más conservadores, como la Democracia Cristiana bávara, la consideran incomprensible. "Los jueces han dado un nivel moral a la dictadura de la RDA, aseguró el secretario general de la CSU, Bernd Protzner.

En el movimiento ciudadano que protagonizó la revolución pacífica de 1989 contra el régimen comunista, la sentencia también ha provocado descontento. "Queríamos justicia y sólo hemos conseguido legalismos", aseguró Baerbel Bohley, y el dirigente socialista Stephan Hilsberg, originario de Alemania del Este, manifestó que con el fallo "las víctimas son insultadas y los criminales anmistiados".

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