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Silajdzic augura 10 años de combates en Bosnia en el tercer aniversario de la guerra

Haris Silajdzic, primer ministro de Bosnia-Herzegovina, dibuja un negro futuro para su país al cumplirse el tercer aniversario del inicio de la guerra en la antigua república yugoslava. "Los serbios no son suficientemente fuertes para exterminarnos y nosotros no podemos imponer la paz... Tenemos que estar preparados para una guerra de 10 años", ha declarado el dirigente bosnio-musulmán en una entrevista publicada ayer por el rotativo francés Le Monde. "Soy muy pesimista", añadió, "porque, la idea predominante en el mundo es permitir el genocidio". Al tiempo, criticó con dureza la negativa de Occidente a levantar el embargo de armas contra el Gobierno de Sarajevo y el fracaso de las principales potencias para poner fin al conflicto en Bosnia-Herzegovina. El tercer aniversario del comienzo de la guerra se cumplió ayer en Sarajevo salpicado de disparos de francotiradores y de explosiones de proyectiles lanzados por la artillería serbia. Un reducido grupo de 15 personas se congregó para depositar flores junto a la tumba de Suada Dilberovic, la primera mujer bosnia muerta en la guerra bosnia, el 5 de abril de 1992.

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La última víctima de los rebeldes serbio-bosnios fue precisamente un dirigente político de esta nacionalidad, Ljubomir Berberovic, que ayer resultó herido en una pierna por un disparo de un francotirador en la avenida denominada de los francotiradores en Sarajevo. Berberovic fue fundador del Consejo Cívico Serbio, una organización que representa a los serbios leales al Gobierno bosnio.

Fuentes de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) indicaron durante la mañana de ayer que las fuerzas serbias bombardearon posiciones del Ejército bosnio en el barrio de Hrasnica, en respuesta a un ataque de estos últimos en la zona bajo control serbio de Vojkovici.

Observadores de la ONU

En otros puntos de Bosnia, particularmente en las regiones de Tuzla (noreste) y Travnik (centro) donde el Ejército gubernamental ha lanzado dos ofensivas simultáneas el pasado 20 de marzo, los beligerantes continuaron enfrentándose ayer de manera esporádica. Por otra Parte, Milan Martic, líder de los rebeldes serbios de Croacia, anunció ayer su rechazo a que fuerzas de la ONU controlen los suministros de armas que reciben sus tropas en Krajina procedentes de Serbia y de los serbios de Bosnia.

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Emisarios de la ONU tenían que desplazarse ayer a Knin, cuartel general de los serbios de Krajina, para discutir el despliegue de los observadores de la ONU bajo el nuevo mandato de paz para Croacia.

Los cabecillas serbios han amenazado con usar la fuerza para impedir que los miembros de la ONU patrullen por territorio de Croacia bajo ocupación militar desde la guerra de 1991. En una carta enviada al cuartel general de la ONU en Zagreb, los serbios de Krajina comunican que la policía civil y los observadores militares de la ONU no pueden circular por dicho territorio a partir del 5 de abril, y les acusan de "haber desempeñado su misión en sentido contrario al establecido en su mandato".

"La ONU no acepta esta decisión unilateral. Hemos recibido nuestro mandato del Consejo de Seguridad y sólo el Consejo de Seguridad puede decidir sobre nuestras operaciones en el terreno", dijo el portavoz Chris Gunness.

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