La muerte del jefe del Ejécito sume a Corea del Norte en la incertidumbre
La muerte del ministro de las Fuerzas Armadas (equivalente a Defensa) de Corea del Norte, O Jin-u, de 78 años, acaecida en Pyongyang a primer hora de ayer, abre un nuevo periodo de incertidumbre política. La desaparición de O Jin-u supone, sobre todo, una brusca alteración de los equilibrios de poder en un momento en que aún no ha sido plenamente cubierta la muerte de su gran líder, Kim II-sung, quien falleció en julio, siendo sustituido por su hijo Kim Jong-il.La muerte del ministro es, según los analistas, un golpe para Kim. Jong-il, pues le garantizó el respeto del Ejército. Sin él, Kim Jong-il deberá hallar una figura fiel que sea capaz de garantizarle la lealtad de unas Fuerzas Armadas que cuentan con más de un millón de hombres y mujeres en pie de guerra.