El padre de mis hijos
Transcurría estúpidamente el franquista año 1974 y yo aún no sabía si me podría dedicar al cómic o mi vida transcurriría por otros derroteros más convencionales. Publicaba faltaba eso que te hace sobresalir del montón. Con Alfons y Queque hacíamos una página de humor en el suplemento dominical del Diario de Barcelona en la que presenté una tira de niños que ahora parecería ñoña como un bizcocho, pero que en aquel momento fue considerada demasiado audaz por el redactor jefe y devuelta al autor. Me fui con la tira a Por Favor, se la enseñé a Jáume Perich, me, dijo que era repugnante, pero que la publicaría y que le llevara más.
La publicó y le llevé más y más, y las publicó, y así nació Miguelito y la liga de los Sin Bata. Nunca osaré atribuirme ser un hijo espiritual de Jaume, pero sí puedo certificar que él es el padre de mis hijos. Jaume Perich se hacía el duro y el gamberro para disimular que era absolutamente tierno y absolutamente íntegro. Y si supiera que estoy llorando, se burlaría de mí.
Babelia
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