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El ejército bosnio inicia la retirada de sus posiciones en el monte Igman

Las tropas del Ejército bosnio comenzaron ayer a reagruparse para unciar con lentitud su salida de la zona desmilitarizada del monte Igman, según confirmó a primera hora de la tarde de ayer un portavoz de las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en la antigua Yugoslavia. El pasado sábado, el Gobierno de Sarajevo se había comprometido con la ONU a retirar los 500 soldados que ocupaban la estratégica posición que controla el acceso a la capital bosnia por el suroeste.

El comandante de los cascos azules franceses encargados de vigilar la zona del monte Igman, Hervé Gourmenlon, informó de que un centenar de soldados bosnios se habían concentrado con sus armas y su equipo en las laderas del cercano monte Vienac, en el sector occidental del área desmilitarizada. "Han destruido [las tropas de Sarajevo] las trincheras y los refugios", precisó Gourmelon.Sin embargo, un portavoz de Unprofor en la capital bosnia aseguró que la Armija se había limitado a retroceder unos 500 metros desde sus posiciones originales para quedar fuera del alcance de las líneas de los milicianos serbios. "Todavía se encuentran 1,5 kilómetros en el interior de la zona desmilitarizada y parece que se dedican a construir nuevas trincheras", agregó. -

El comandante de la 4a brigada de la Armija, Fikret Prevljak, ha anunciado que no se retirará del sector oriental de la zona desmilitarizada aunque se lo ordene el Estado Mayor del Ejército de Sarajevo.

Durante el tira y afloja entre las tropas musulmanas y los cascos azules franceses que supervisaban su retirada, una patrulla francesa fue tiroteada. Una granada y un cohete explotaron a unos metros de un vehículo de Naciones Unidas. La agresión no causó daños personales a ningún soldado de la ONU, pero el general británico Michael Rose, comandante en jefe de los cascos azules en Bosnia, elevó una airada protesta ante el presidente bosnio, Alia Izetbegovic.

El Gobierno bosnio había aceptado el repliegue de sus fuerzas siempre y cuando los cascos azules impidan los continuos ataques de los milicianos serbios de Bosnia en el monte Igman, por donde discurre la única carretera abierta para el aprovisionamiento del cerca de medio millón de habitantes de Sarajevo.

La retirada de los 500 soldados bosnios estacionados en el monte Igman fue la condición, impuesta por el líder nacionalista serbio, Radovan Karadzic, para autorizar el paso por su territorio de los convoyes de suministro de los cascos azules. Camiones cisterna de la ONU cargados con 20 toneladas de combustible recibieron autorización ayer para circular hasta los enclaves musulmanes de Gorazde y Zepa. Las fuerzas de Unprofor ya habían empezado a racionar el carburante ante el bloqueo de los serbios de Bosnia y algunas de sus unidades han tenido que patrullar a pie.

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Por su parte, fuentes del Ejército de los serbios de Bosnia afirmaron ayer que 11 de sus soldados murieron y otros tantos resultaron heridos en el curso de un ataque de las tropas de Sarajevo ocurrido el sábado dentro de la zona desmilitarizada del monte Igman. Sin embargo, los observadores de las Naciones Unidas no tienen conocimiento del incidente.

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