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Una historia larga y cara

Desde el tiempo -ya casi remoto- en el que se decidió transformar el viejo Teatro Real en un auténtico teatro de ópera, las arcas del Estado han destinado ya cerca de 20.000 millones de pesetas -incluyendo los últimos 4.000 presupuestados por Cultura- a la construcción de esta obra. Finalmente se ha fijado una fecha para su apertura. En octubre de 1995 abrirá sus puertas con Don Giovanni.

Lo cierto, sin embargo, es que ni esto se sustenta en la realidad. El Real aún no tiene director, ni siquiera estatutos, ya que debe esperar a que se apruebe la Ley de Fundaciones, actualmente en trámite en el Senado. Elena Salgado, la directora in pectore señalada por la ministra Carmen Alborch, no ha sido contactada de nuevo desde que su nombre salió a la palestra, y sólo quien ocupe este cargo tiene la palabra final sobre la programación, lo que quiere decir que ninguno de los contactos realizados para el montaje de Don Giovanni, así como para el que le seguirá, la versión de Divinas palabras de Valle Inclán, realizada por Francisco Nieva y García Abril, se han convertido en contratos, siendo no más que cartas de intenciones.

Juan Francisco Marco, director del INAEM, confirmó ayer que hace unos días Antoni Ros-Marbà se ha bajado el sueldo domo director artístico del Teatro Real, a petición del ministerio. De 23 millones de pesetas se ha quedado en 14.666.667 pesetas. Cada vez que dirija una ópera se bajará su sueldo, tantos días como ensaye y cobrará un caché por dirección de 1.200.000 pesetas por cada ópera que firme, tal y como hacen los directores de las diferentes unidades del INAEM.

El sueldo del director musical de un teatro de ópera depende mucho del número de representaciones y conciertos a dirigir que establezca su contrato. Los contratos de los directores musicales, por lo general, estipulan un mínimo de óperas a dirigir, que el teatro debe cumplir. Este número de representaciones hace que los honorarios puedan ser elevados, más cuanto más prestigioso es el director musical.

Respecto a la candidatura de Gerard Mortier para dirigir el Real, Marco señaló que él nunca tuvo conocimiento de que el director de la ópera de Salzburgo fuera un candidato: "Nunca se ha hablado de ese nombre y menos oficialmente, si surge en la barra de un café es algo que el ministerio no puede impedir". Marco añadió: "Se ignora totalmente quien será el director porque, entre otras cosas, ello depende de reuniones que se han de mantener con otras administraciones".

Las obras del Real se encuentran avanzadas, según Marco, quien cree que en diciembre de este año ya estará instalado el equipamiento escénico del teatro. La comisión de expertos creada la primavera pasada para asesorar el Real se reunirá por primera vez el próximo día 25. Varios de sus componentes, entre ellos Mortier, han declinado asistir. Su labor, sin embargo, que sería la de definir la filosofía del centro y asesorar en la programación, no parece tener mucho futuro, ya que desaparecerá cuando se nombre director.

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