"Uno desea ser un lobo para sobrevivir"
Director de Broadway y Hollywood, Mike Nichols nació en Berlín en 1931, con el nombre de Michael Igor Peschkowsky, y se trasladó a Estados Unidos en 1939. Su carrera como cineasta ha sido inconstante, pero películas como El graduado (1967), Silkwood (1983) o Armas de mujer (1988) le auparon al éxito.P. Wolf es la historia de un hombre que se transforma en lobo. ¿Esto es bueno o malo?
R. Es algo horrible, la película no deja lugar a dudas sobre ello, por lo menos para el literato sensible interpretado por Jack Nicholson. Es la victoria del ello sobre el yo. Por supuesto, mi modelo fue La metamorfosis, de Kafka, y si uno quiere tomarse realmente en serio esta clase de ficción, también hay que tomarse en serio todas sus ambivalencias. Para mí no se trataba de hacer una película de terror con hombres lobo para poner los pelos de punta al público, sino de transmitir la imagen de una sociedad en la que uno desea poder convertirse en lobo para sobrevivir.
P. La película comienza como una brillante sátira del mundo cultural, para luego entrar en lo melodramático.
R. ¿Acaso no lo hace inevitable la historia?
P. Y en un momento dado alguien dice la siguiente frase: "A veces hay un final feliz incluso para la gente que no cree en los finales felices". Eso suena a excusa por el hecho de que al final de la película aparezca un destello de esperanza.
R. ¿Quién no encontraría terrible la idea de convertirse en lobo? Pero ¿quién sabe si tras ello no hay algo así como una redención? Rara vez estoy contento al terminar una película, porque entonces sólo veo los fallos y los errores. Pero esta vez, pienso que la película ha resultado tal como yo quería, precisamente porque no se han limado todas las ambigüedades.
P. Con su primer éxito de Broadway convirtió a Robert Redford en una estrella. Cuando más tarde preparó usted El graduado, todo el mundo suponía que Redford obtendría el papel de protagonista. ¿Por qué prefirió usted a un completo desconocido llamado Dustin Hoffman?
R. Por supuesto, Redford fue el primero con el que realicé pruebas. Cuando tuve que decirle que no podía representar ese papel porque no tenía el tipo de perdedor, preguntó totalmente desconcertado: "¿Qué quieres decir?". Para explicárselo, le dije: "¿Sabes lo que se siente cuando te da calabazas una chica?". El volvió a preguntar: "¿Qué quieres decir?". "¿Lo ves?", le dije, "precisamente por eso no puedes representar un papel de perdedor".
P. Al comparar el Hollywood de hoy con el de sus comienzos, ¿qué es lo que ha cambiado?
R. La caza es más intensa, sobre todo desde que en todos los programas de televisión también se busca al "loco de la semana". Los temas tienen que ser más extremos, más explosivos.
P. ¿Corresponde a esas expectativas su elección de una historia de terror como Wolf?
R. Si fuera así, la película sería diferente. Mis películas no son autobiográficas, pero no creo que pudiera hacer un filme en el que no subyazca una fuerte experiencia personal. Así ocurre con Silkwood, con A propósito de Henry y ahora con Wolf.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.