Salinas se compromete a respetar el resultado de las presidenciales mexicanas
El presidente Carlos Salinas de Gortari se comprometió el jueves por televisión ante todos los mexicanos a respetar el resultado de las elecciones presidenciales del dommigo, que se prevén como las más reñidas y probablemente las más limpias de la. historia reciente de México. Salinas, muy comprometido con las nuevas reformas que alejan a estas elecciones del fraude y de la trampa, convocó a los mexicanos a acudir a las urnas "para que la economía se recupere, la seguridad se fortalezca y se reafirme el camino de la paz".
A 48 horas de las elecciones, el mensaje de Salinas, retransmitido por todos los canales de televisión y emisoras de radio, supuso una inyección de tranquilidad al país, que en los últimos días ha sido un hervidero de rumores sobre posibles conatos de violencia si alguno de los partidos que compiten no acepta los resultados oficiales. Está previsto que las primeras proyecciones se conozcan la misma noche del domingo de forma parcial, cuando se haya recontado un 15% de los votos.Mucha gente teme, alentada porúlgunos periódicos y emisoras de radio, una reacción violenta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que lidera Cauhtémoc Cárdenas. Este partido, con un voto muy bajo (10%) según las encuestas, es el único que no confía en las recientes reformas electorales y ya ha anunciado concentraciones en todo el país al día siguiente de la elecciones para festejar la victoria o, en su lugar, iniciar movilizaciones pacíficas de protesta si el resultado le es adverso. Pero nada más.
El presidente mexicano dijo en televisión que las elecciones se desarrollarán dentro de un clima de tranquilidad y que serán democráticas porque no hay una sola fuerza política en el país que esté en contra de esta convocatoria. Sin citarlo, Salinas se refería así al Eército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que desde, la selva chiapaneca ya anunció su apoyo a la celebración de estas elecciones.
Oposición zapatista
No obstante, el EZLN, cuyos miembros ejercerán, con ayuda de las Organizaciones No Gubernamentales. y de la Cruz Roja Internacional, su derecho al voto en la zona de. la selva bajo su control, también ha anunciado que se opondrá a una presumible victoria tanto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a cuyo candidato, Ernesto Zedillo, adjudican las encuestas el triunfo con un 46% de los votos, como del Partido de Acción Nacional (PAN). A ambos los consideran culpable y cómplice, respectivamente, de la situación de pobreza que atraviesa gran parte del país, especialmente en el seno del medio indígena.Mientras Salinas tranquilizaba al país, un Ejército de observadores se preparaba para vigilar el domingo la jornada electoral, en la que participarán más de 750.000 funcionarios controla dos por el Instituto Federal Electoral (IFE), organismo recientemente reformado y que goza de carácter independiente. En sólo una semana, además, los observadores han pasado de 30.000 a 70.000, por lo que se prevé mañana un minucioso control a lo largo y ancho del país.
Junto a estos observadores nacionales intervendrán también los llamados visitantes extranjeros, término con el que se trata de evitar un conflicto con la soberanía de México, país muy riguroso en su negativa a involucrar extranjeros en sus asuntos internos. Estos visitantes, que en realidad son observadores, son un millar y darán también, su opinión sobre el desarrollo de la jornada.
La mayoría de ellos son de Estados Unidos, pero España aporta también un gran número de ellos. Es el caso del rector de la Universidad Complutense, Gustavo Villapalos, de Elena Flores, que representará a la Internacional Socialista, y de Iñaki Anasagasti, diputado del Partido Nacionalista Vasco.
