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Los republicanos pretenden arrinconar a Clinton en el Senado por el 'caso Whitewater'

Antonio Caño

El escándalo Whitewater que afecta al presidente Bill Clinton llegó ayer al Senado, donde la oposición republicana consiguió centrar la investigación en uno de los aspectos más controvertidos de ese caso: la muerte del funcionario de la presidencia Vincent Foster, en la que algunos congresistas creen ver elementos sospechosos que, de demostrarse, pondrían a la Casa Blanca en una dificilísima posición.

La investigación sobre Foster fue bloqueda por decisión mayoritaria de los demócratas durante las audiencias celebradas a lo largo de esta semana en la Cámara de Representantes. Pero el Senado llamó ayer a declarar a policías y expertos forenses que habían estado vinculados a la muerte de Foster.La audiencia de ayer comenzó con polémica por la incomparecencia de uno de los testigos previstos, Charles Hume, jefe de investigaciones criminales de la policía de parques de Washington, la unidad que estuvo al cargo del caso del suicidio de Foster. El senador republicano Alphonse D'Amato, que promete ser el principal contrincante del presidente en estas audiencias, encontró sospechoso que Hume se hubiera negado a declarar después de haber asegurado al Senado que lo haría, y pidió a los superiores de ese agente que le obligan a prestar declaración.

El asunto Foster está relacionado con Whitewater porque, tras la muerte de ese funcionario, otros empleados de la Casa Blanca entraron en su despacho, y se llevaron los papeles que él guardaba sobre las inversiones financieras de los Clinton en el pasado.

El fiscal especial del caso Whitewater, Robert Fiske, determinó el mes pasado que Vincent Foster se quitó la vida después de un largo periodo de profunda depresión, pero no encontró ninguna relación entre su muerte y los problemas financieros de los Clinton.

Derecho a la intimidad

Aunque el tema es altamente explosivo para la Casa Blanca, también puede ser peligroso para los republicanos remover un caso en el que la mayor parte de la opinión pública se inclina a creer que lo más adecuado es respetar el derecho a la intimidad de la familia de Foster.El comité de Banca del Senado, donde se llevan a cabo las audiencias, no sólo revisará el caso Foster sino también los supuestos intentos de la Casa Blanca de influir en la investigación oficial sobre la quiebra de la caja de ahorros Madison, en el Estado de Arkansas, del que Clinton era gobernador. El propietario de esa caja de ahorros, Jim McDougal, era el socio de los Clinton en el proyecto turístico conocido como Wliitewater.

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"La Casa Blanca ha sacrificado la limpieza de la administración de Justicia en Whitewater. Este comité ha sabido, y el pueblo norteamericano lo comprobará, que la Casa Blanca ha ocultado y distorsionado la verdad en beneficio de los políticos y del cuidado del presidente", declaró el senador D'Amato. "Las pruebas demostrarán que, a principios de este año, la Casa Blanca estaba paralizada por Whitewater. ¿Por qué tanta preocupación?", se preguntó D'Amato.

La audiencia del Senado empezó un día después de que diez funcionarios y ex funcionarios de la Casa Blanca, entre ellos el ex consejero legal, Bernard Nussbaum, y George Stephanopoulos, uno de los más cercanos asesores del presidente, pasaran ante el comité de Banca de la Cámara de Representantes para negar que hubieran cometido ningún acto ilegal para influir en la investigación sobre la caja de ahorros Madison.

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