Optimismo editorial ante el aluvión de autores españoles

Los editores españoles se muestran especialmente optimistas ante la Feria del Libro que comenzó ayer en Madrid. Todos creen que la presencia masiva de novedades de autores españoles representa un gran tirón para el público."La presencia de los autores contribuye mucho a las ventas y este año tenemos un auténtico aluvión", asegura Beatriz de Moura, directora de Tusquets. Jorge Herralde, director de Anagrama, comparte estos buenos augurios. "Por venturosos azares de la cosecha coinciden muchos autores de primera fila con novelas recientes y eso es fundamental para la presencia de público".

Pero no sólo de novedades viven los visitantes que pasan por el Parque del Retiro. Para los editores, esta muestra es un acontecimiento único, una oportunidad extraordinaria en la que, cada año, se reúnen todos los sectores del mundo del libro: lectores, escritores, libreros y editores. Para Herralde, se trata de "un fenómeno muy consolidado".

Fermín Vargas, presidente de Alianza Editorial y de la Asociación Española de Federaciones de Editores, cree que "el sector necesita estas operaciones, en las que la literatura sale a la calle". "Es la mayor exposición de libros abierta al público de España, en la que cada año aumentan las ventas. En esta edición esperamos que se superen los mil millones de pesetas, cien millones más que en l993", agrega Vargas.

Gran fiesta cultural

Según Javier de Juan, director de Espasa Calpe, se trata "de la fiesta popular relacionada con los libros más importante de Europa, que se celebre, paradójicamente, en un país que tiene uno de los índices de lectura más bajos de este continente". "Para los editores es fundamental contactar con el público, compartir ideas con los colegas en una gran fiesta cultural que, llueva o no llueva, siempre consigue una afluencia espectacular. Ver la reacción que los lectores pueden tener ante una obra es una de las mayores gratificaciones que puede dar este oficio", añade Javier de Juan.Para Juan Cruz, de Alfaguara, "la feria del libro es un acontecimiento que a todo el mundo le debería interesar porque es la única ocasión en el año en que en una capital como Madrid el libro sale a la calle. Pero hay dos cuestiones pendientes: la actividad cultural que haga que el libro sea no sólo asunto de compra y venta, sino objeto de discusión, y que el libro salga a la calle más veces".

En las últimas ediciones de la Feria, los editores han percibido también que el público no se in teresa sólo por la literatura; sino que están aumentando las ventas de ensayos e historia. "La narrativa es el mercado de mayor rotación en el sector librero, pero se está produciendo un auge de libros sobre otros temas que interesan mucho, al público", señala Fermín Vargas, cuya editorial ha vendido en pocas semanas cinco ediciones de

La breve historia de España, de los historiadores Fernando García de Cortázar y José Manuel González Vesga. "En los últimos tiempos ha ido aumentando el número de libros de en sayo y, en algunos casos como el de filósofo José Antonio Marina, hemos tenido respuestas es pectaculares. En muchas librerías los ensayos están confinados en rincones oscuros y, en la feria, muchos lectores se acercan a las casetas de las editoriales para pedir libros de fondo, algunos publicados hace años", añade Herralde. Este fenómeno supera el recinto del Parque del Retiro y, para algunos, significa que la salud del mercado editorial en España está viviendo una ligera mejoría. "Cada año hay una serie de autores que rompen sus anteriores techos de ventas. Eso representa un empuje enorme para el mundo editorial más allá de las ferias", señala Miguel García, editor, distribuidor y librero. Rafael Borás, de Planeta, cree que "estamos viviendo un buen momento literario y eso se tiene que notar en la receptividad de los lectores". Sin embargo, Beatriz de Moura opina que no se puede pasar tan fácilmente de la anécdota a la categoría. "No creo que esto sea sintomático de la salud del sector, porque en esta ocasión se ha dado una confluencia extraordinaria de autores españoles, que pueden tardar dos o tres años en sacar nuevas novelas. A medio y a largo plazo no nos podemos poner eufóricos".