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El partido de Milosevic se prepara para un Gobierno monocolor en Serbia

El Partido Socialista Serbio no logré, tras la repetición de la votación en 45 colegios electorales el domingo pasado, modificar la distribución de los escaños en el Parlamento y conseguir la mayoría absoluta. De este modo, el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, debe buscar una fórmula de compromiso para formar el Gobierno. Pero los socialistas de Milosevic han descartado coaliciones y se preparan para formar un Gobierno monocolor.

El Partido Socialista Serbio, neocomunista, controla 123 de los 250 escaños, seguido por la coalición DEPOS (45); el Partido Radical Serbio (39); el Partido Demócrata (29); el Partido Demócrata de Serbia (siete); y los partidos de la minoría albanesa y húngara (siete en total) tras los comicios del día 19.

"El Partido Socialista no ha pensado en una coalición, pero los partidos parlamentarios podrán presentar sus sugerencias para la participación en el Gobierno", aseguré Ivica Dacic, portavoz de los socialistas. La prensa anunció que Milosevic iba a recibir ayer a los dirigentes de los partidos de oposición.

Periodo de regateo

De todos modos, ha comenzado el periodo de regateo. Los socialistas tendrán dificultades para formar un Gobierno minoritario, pero la oposición es demasiado heterogénea para ofrecer un programa común alternativo. La coalición DEPOS, dirigida por Vuk Draskovic, enemigo declarado de Milosevic, teme que el joven, ambicioso y adaptable líder del Partido. Demócrata, Zoran Djindjic, pueda aceptar una alianza con los socialistas.Djindjic, con coleta y pendiente hace tres años, con pelo corto, chaqueta y corbata ahora, no esconde su ambición de ocupar el cargo del primer ministro a condición de tener la libertad de formar un Gobierno de expertos.

Ningún Gobierno serbio gozaría de apoyo estable debido a la magnitud de los problemas a los que debe hacer frente: hiperinflación, crimen, mejora del nivel de vida y por supuesto, el embargo internacional.

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El Partido Socialista Serbio supo que era imposible ofrecer mejoras económicas a la población y centró su campaña electoral en la defensa de la dignidad serbia. De ahí que el primer ministro yugoslavo, Radoje Kontic, anunciara ayer, aunque sin precisiones, un programa contra la inflación y subrayara: "Nadie ha escondido que con las medidas económicas eficaces en contra de la inflación se vivirá peor en el próximo año". El nuevo Gobierno tendrá que afrontar esta dura realidad.

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