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BARCELONA

Una figura de México

Armillita es una figura de México y, por lo tanto, una figura del toreo. A cualquier torero mexicano le es muy difícil hoy en día acoplarse al toro ibérico, de características muy distintas a las del que allí se lidia, pero la cabeza y la calidad de Armillita, que no es un torero luchador, las demostró ayer.En el primero, que llegó descompuesto y peligroso a la muleta, optó por la brevedad. Al cuarto lo lanceó con buen juego de brazos y el toro llegó al último tercio muy soso y algo andarín. La faena de Armillita no fue de relumbrón, pero sí de maestro. Técnicamente también fue irreprochable por la elección de los terrenos, de la distancia, y por la medida en la longitud de los pases. Jesulín de Ubrique dio muchos pases, pero perdido en un mar de vulgaridad, al dócil, soso y distraído segundo. El quinto se rajó en la muleta y tampoco el torero hizo nada destacable.

Oliveira / Armillita, Jesulín de Ubrique, Chamaco

Seis toros de Oliveira Irmaos, de Portugal, preciosos de hechuras, pero a los que se les fue todo el gas en el tercio de varas, en el que hicieron una pelea interesante, y llegaron muy apagados al último tercio. Armillita: silencio; vuelta al ruedo. Jesulín de Ubrique: vuelta al ruedo; silencio tras aviso. Chamaco, silencio; aplausos. Plaza Monumental, 8 de agosto. Media entrada.

Chamaco no pudo reeditar su éxito del pasado 18 de julio. El tercero, probón y a la defensiva, sólo le permitió demostrar valor y ganas. Al sexto, también sin fuerzas, fue imposible bajarle la mano una sola vez.

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