El Madrileño, herido grave
El novillero Jesús Pérez El Madrileño resultó herido, de pronóstico grave, en la pierna derecha al entrar a matar a su primer novillo. La cornada tiene dos trayectorias: una hacia abajo, de 20 centímetros, que produce destrozos musculares y arranca la vena safena, y otra hacia afuera, de 10 centímetros, que destroza el músculo vasto. Tras ser operado durante media hora en la enfermería pasó a una clínica privada.El Madrileño llegó a la enfermería en brazos de su cuadrilla protestando de que el presidente no le hubiera concedido la oreja, sin quejarse de la herida y con ganas de salir a matar a su otro novillo. Fue necesario quitarle con rapidez la chaquetilla para impedirle que se escapase al ruedo. A la enfermería llegaron de inmediato el padre del torero, su apoderado, Miguel Flores, y El Fundi, amigo íntimo del herido.
Cuando se confirmó que la cornada era grande pero limpia, Flores explicó que su pupilo mereció la oreja: "Pero lo importante es que ha convencido con su toreo a la afición, como demuestra la justísima bronca al presidente".
Más crítico con el usía se mostraba, al término del festejo, el apoderado de Gonçalves, Manolillo de Valencia: "Ha reventado la corrida, pues el público después ya no estuvo pendiente de los novilleros y sí del palco, por lo que a Gonçalves también le robó una oreja en su primer enemigo". El portugués agregaba: "Ha sido una lástima, porque los otros dos novillos resultaron muy parados".
José Ignacio Sánchez también creía que su compañero se mereció el trofeo, pero se limitaba a hablar de su actuación: "Mi primer novillo se rajó, aunque antes le toreé con mucho gusto en general y le pegué unos buenos muletazos con mi ya mano favorita, la izquierda. El otro novillo era muy malo".