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Abandonan el PSOE dos de los empresarios que cobraron comisiones por contratos del AVE

Florencio Ornia -ex director general de la Presidencia del Gobierno y Juan Carlos Mangana, dos de los empresarios que cobraron comisiones por favorecer contratos de Renfe a la multinacional Siemens, dirigieron ayer sendas cartas a José María Benegas, secretario de Organización del PSOE, en la que renunciaban al carné del partido socialista. Benegas "ha aceptado esta petición" según informó el PSOE anoche. Este anuncio se produjo horas después de que la ministra portavoz anunciara decisiones contundentes" respecto a los militantes que han cobrado comisiones.

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Aunque la baja de Ornia y Mangana en el partido ha sido formalizada por Benegas, el presidente del Gobierno, Felipe González, ha llevado personalmente este asunto desde que el pasado miércoles anunciara públicamente que había iniciado una investigación acerca de los datos difundidos por la prensa días antes, sobre el cobro de 800 millones de pesetas de Siemens por parte de la empresa de Mangana, y la existencia de un contrato de mediación entre Ornia y la multinacional alemana.Mucho más confusa es la situación respecto a Alda Álvarez, otra de las empresarias que cobró dinero de la multinacional Siemens y que está presuntamente implicada en otros muchos asuntos oscuros. Según la información dada ayer por el PSOE, Aida Álvarez- ya no es militante del partido desde 1989, pero a pesar de ello "también ha ofrecido explicaciones" a José María Benegas. Sin embargo, fuentes de la dirección del PSOE indicaron anoche que se espera que Aida Alvarez pida la baja voluntaria a principios de la próxima semana.

La cúpula del PSOE esperaba desde hacía 48 horas que Ornia y Mangana se dieran voluntariamente de baja, después de las conversaciones mantenidas por separado con el secretario de Organización, Txiki Benegas. A esta situación se ha llegado de mutuo acuerdo para evitar que fuera la propia dirección del partido la que instara a estos militantes a darse de baja en la organización.

Dos años en la Moneloa

El ex director general de la Presidencia del Gobierno Florencio Ornia creó una de las empresas que pactaron comisiones con la multinacional Siemens cuando sólo habían transcurrido 14 días desde la fecha en que salió del cargo oficial. Ornia abandonó el complejo de la Moncloa el 3 de febrero de 1989 y el 17 del mismo mes fundó Atacir, SA, la entidad con la que dos meses después Siemens estableció un acuerdo para pagarle un 2% si resultaba ser el adjudicatario de las subestaciones eléctricas para alimentar la línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Sevilla, como efectivamente ocurrió. El monto de esta adjudicación de Renfe se situó en tomo a los 5.000 millones de pesetas.

Sorprendentemente, las memorias, balance y cuenta de resultados de Atacir, SA, corresponden a las de una empresa sin apenas actividad, que declaró haber sufrido "pérdidas" durante los ejercicios de 1989 y 1990 -los años del contrato con Siemens- por lo que no ha pagado el impuesto de sociedades, según las indagaciones realizadas por este periódico.El economista Florencio Ornia, un asturiano de 55 años, es un militante veterano del partido socialista.Ornia era funcionario del Ministerio de Industria. Representó a este departamento en la comisión de estudios encargada de seleccionar el avión de combate -el llamado programa FACA- y tras la victoria electoral de los socialistas, Carlos Solchaga le nombró director general de Innovación Tecnológica, donde permaneció hasta 1986. Tras unos meses sin cargo oficial, Roberto Dorado le llevó a la Presidencia del Gobiemo, donde le encargó montar el "gabinete para situaciones de crisis".

Ornia permaneció dos años en la Presidencia del Gobierno.

Catorce días después de su salida de la Moncloa, formalizó la empresa privada Atacir, SA, con un capital de 10,2 millones de pesetas, que suscribieron -un tercio cada uno- el propio Florencio Ornia, Eugenio López Brea y una tercera persona de apellido Díaz. Éste último, que era un simple trabajador, fue utilizado para cumplir el requisito legal de que los fundadores de sociedades anónimas tienen que ser tres personas, pero jamás participó en la marcha de la empresa.Una vez montada la estructura legal, Atacir, SA, pactó un contrato con Siemens, que consistía en una comisión del 2% si la multinacional obtenía la adjudicación de las subestaciones eléctricas de alimentación para la línea de alta velocidad Madrid Sevilla.Un portavoz de Siemens admitió la existencia del contrato con Atacir, pero no ha precisado cuanto dinero se pagó por el mismo.Las cosas fueron de mal en peor -siempre según el estado de cosas que reflejan los balances y memorias de la compañía- hasta el punto de que Atacir se "ha visto en la necesidad de realizar su inmovilizado, obteniéndose unos resultados negativos extraordinarios de 1.884.990 pesetas", que son los culpables de que la compañía refleje pérdidas en el ejercicio de 1990.

EL PAÍS no obtuvo contestación ayer a las llamadas a López Brea y Ornia.

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