Los expertos alertan sobre el abuso de las vacunas contra la alergia
El grupo de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica advierte que se está produciendo en España un claro abuso de las vacunas contra las alergias, "cuando existen suficientes estudios que cuestionan su eficacia y subordinan sus efectos a los que se consigan con la terapia farmacológica". Se da la circunstancia, según la Sociedad Española de Neumología, que la terapia farmacológica resulta mucho más barata "tanto para el sistema sanitario como para los bosillos de los particulares, dado que, incluso cuando las vacunas corren por cuenta de la Seguridad Social, su coste debe ser abonado en un 40% por el usuario".
"Los resultados terapéuticos que se obtienen con la inmunoterapia son, por lo general, inferiores a los que se derivan del empleo de glucocorticoides inhalados y otros fármacos", afirma César Picado, jefe de la sección de Neumología del hospital Clínico de Barcelona. La opinión de este especialista es compartida, según la Sociedad Española de Neumología, por la mayoría de los neumólogos españoles. Para él, "de las vacunas contra la alergia únicamente puede esperarse una cierta eficacia en casos muy concretos, por lo que no está justificado el uso indiscriminado que actualmente se hace de ellas".
Según la Sociedad de Neumología, "la indicación de la inmunoterapia ha de reservarse, en principio, para aquellos pacientes jóvenes con asma leve o moderada que son alérgicos a una sola sustancia -lo cual es relativamente infrecuente- y en los cuales el tratamiento farmacológico no ha demostrado una eficacia total".
Las vacunas contra la alergia sólo han demostrado una eficacia "entre ligera y moderada" en las rinitis y procesos asmáticos motivados por pólenes, así como en niños y adultos jóvenes con asma producida por ácaros".
Niños asmáticos
Por otra parte, alrededor del 20% de los niños españoles que viven en grandes ciudades padecen ataques periódicos de asma, según estimaciones de la Sociedad Española de Patología Respiratoria.Una de las causas de esta elevada incidencia es la creciente contaminación ambiental, con la presencia cada vez mayor de sustancias en suspensión que proceden del proceso productivo, de las fábricas y tienen, por tanto, un origen sintético. Estas sustancias, en concentraciones elevadas, son capaces de desencadenar las alteraciones bronquiales propias del asma.
Cuando se produce un ataque de asma, los bronquios se estrechan, se inflama el recubrimiento de estos conductos respiratorios y se genera en su interior una mucosidad espesa y pegajosa. En los casos extremos, un ataque de asma puede llegar a producir la muerte por asfixia, aunque no es algo frecuente. La sensación de ahogo y falta de aire produce en los niños una fuerte impresión psicológica que condiciona el desarrollo normal del niño.
