¿Cuánto vende una leyenda?
La semana siguiente de la muerte de Camarón, su Potro de rabia y miel subió del puesto 17 al 3 en las listas de ventas de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española, con 70.694 unidades vendidas (17.794 discos compactos, 16.815 elepés y 36.085 casetes). Por vez primera desde que, en 1969, publicó su primer disco, Camarón ocupaba un lugar en el podio de los elepés más vendidos. Era la excepción de una carrera que se caracterizó hasta su muerte por la escasez de ventas.Según PolyGram, la discográfica propietaria de los discos de Camarón, las ventas totales de sus 19 discos (a 14 de julio de 1992) ascendían a 361.172 ejemplares. Los 80.619 ejemplares (10.081 compactos, 30.106 elepés y 40.432 casetes) de Soy gitano (año 1989), su disco más vendido, contrastan con cifras ridículas de otros. Algunos ejemplos: 1.646 unidades de Arte y majestad (año 1975); 1.851 de Caminito Totana (1973); 3.424 de Cada vez que nos miramos (1970), 3.428 de Calle real (1983), 3.527 de Rosa María (1976) y 5.482 de La leyenda del tiempo (1979). Cifras muy alejadas de los 50.000 ejemplares que permiten alcanzar el disco de oro, hoy al alcance de muchos artistas con menor reconocimiento y trayectoria.
Es la realidad oficial de una leyenda pirateada en casetes hasta la saciedad, con ediciones recopilatorias de su obra, fundamentalmente a través de casetes de carretera publicadas en la serie barata Smash, de PolyGram, como Camarón por fandangos, Camarón por bulerías, Por derecho Camarón, Por la calle Real, etcétera.
Con estas ventas, los derechos de autor por la obra de Camarón están muy lejos de esos 900 millones de pesetas que corrieron de boca en boca tras su muerte. Un ejemplo significativo. Camarón, junto con Tomatito y Vicente Amigo, firman la autoría de la emblemática canción Soy gitano, incluida en el disco del mismo nombre. Aplicando los porcentajes correspondientes (83 pesetas aproximadamente por unidad vendida) y sumando la ejecución pública (derechos devengados por recitales, radio, televisión, etcétera), Camarón ha podido cobrar alrededor de dos millones de pesetas por ese tema en concepto de autor. Es una excepción, porque el disco en cuestión es el más vendido en la carrera de un artista cuyo prestigio y respeto han ido muy por encima de sus ventas oficiales. Los ingresos más importantes de Camarón llegaban de sus recitales y de sus contratos discográficos.
Sin ambición de ganar
Antonio Pulpón, su representante durante 20 años, y que sólo contrataba sus recitales, afirma: "El boom fuerte de Camarón se produce en los tres últimos anos, cuando llega a cobrar tres millones de pesetas por gala, guitarrista aparte, pero hacía pocas porque estando enfermo tampoco podía tirarme yo para adelante. Además, carecía de la ambición de ganar".
Confirma esta carencia el hecho de que Camarón no perteneciese a la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes, que reparte los derechos de los intérpretes, a pesar de que la asociación se dirigió al cantaor para darle de alta. O que en sus tres primeros discos no tuviese derecho a cánones, cobrando sólo 125.000 pesetas por disco, algo que se solucionó en 1990 mediante un nuevo contrato con efectos retroactivos. Antonio Humanes consiguió para el cantaor en 1985 una ficha de 11 millones de pesetas por tres discos, "Te lo dice Camarón [35.752 unidades vendidas] y dos más". El 7 de marzo de 1990, Camarón renovó contrato con PolyGram con el 9% de cánones para las ventas nacionales y el 4,5% para los discos vendidos en el extranjero, más en consonancia con los tiempos.
Hoy se quiere paliar la escasa aptitud de Camarón para los negocios, reclamando una autoría por creación colectiva y creando una fundación. Según el abogado Antonio Agesta, "que alguien decida constituir una fundación orientada a favorecer en algo la difusión del arte de la raza gitana o sus condiciones sociales nos parece loable. La fundación puede ser buena porque él se merece todo".
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