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LOS DERECHOS DE CAMARÓN DE LA ISLA

La herencia de un príncipe

La polémica por los derechos de autor de Camarón conmonciona el mundo del flamenco

¡Ahí va el ratero ese!, espetaron a Paco de Lucía durante el entierro de Camarón de la Isla. En medio del dolor por la muerte del cantaor y del respeto generalizado a la figura del guitarrista -"Paco no se merece esto. Adoraba a Camarón", dice Tomatito-, la tensión había saltado en quienes recordaban las palabras del cantaor: "Ahora resulta que la obra no es mía". Consciente o inconscientemente, solo o aconsejado, Camarón planteaba un problema de enormes repercusiones legales -se cuestiona la validez de firmas reconocidas como autoras de canciones-, morales -se reivindica la creación del intérprete junto al compositor- y culturales -se descubre el escaso interés oficial, industrial y popular por la obra de un artista reconocido como único-.El detonante han sido los derechos que puede generar la obra de Camarón, una obra sobre la que el cantaor participa como autor sólo en un 16%. Oficialmente, Camarón publicó 17 discos, además de dos recopilaciones. Son 164 canciones, de las que José Monje Cruz, Camarón de la Isla, aparece como autor en los registros de la Sociedad General de Autores de España (SGAE) sólo en 27. Los derechos de estas canciones corresponden por ley a los herederos de Cama rón. ¿Y los de las 137 canciones restantes, firmadas por Antonio Humanes, Ricardo Pachón, Antonio Sánchez (padre de Paco de Lucía), Francisco Sánchez (Paco de Lucía), su hermano Pepe de Lucía y otros autores que apare cen como compositores para Camarón?

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Obra colectiva

"Sólo quiero la mitad para mis hijos". Para cumplir la voluntad de Camarón, su viuda, Dolores Montoya, ha otorgado un poder notarial a Antonio Agesta, que lleva la testamentaría en Barcelona junto con un equipo de cuatro abogados (Felipe Portabella, Hernández Baena, Manuel Fernández de Villavicencio y Gabriel Rossi). "El orden de preferencia de la viuda de Camarón es el siguiente", dice Antonio Agesta: "Respeto total y absoluto al nombre y a la intimidad de Camarón, reconocimiento de lo que ha hecho Camarón en el flamenco y cumplimiento de la última voluntad manifestada por televisión de que los beneficios económicos que le correspondan por su obra vayan a sus hijos".

Según Agesta, la obra de Camarón es de creación colectiva: "En su actual estado, Camarón aparece en la mayor parte como un mero intérprete de obra ajena, y creemos que sería más correcto que apareciese también como autor". El problema está sobre la mesa, y la polémica servida.

Pepe de Lucía, compositor y productor que trabajó con Camarón, tiene diferente opinión. "Llegaba al estudio sin tener muy claro lo que iba a grabar. Hacíamos las bases, yo cantaba una voz de referencia y luego lo hacía él. Está claro que Camarón era un genio y cuando abría la boca engrandecía el cante, pero no tiene nada que ver. Tengo registradas 400 canciones en la SGAE para muchos artistas y son mi propiedad y el pan de mis hijos. Puedo cantar a beneficio de Camarón en 300.000 festivales, pero nunca ceder mis derechos de autor".

Ricardo Pachón, productor de siete discos de Camarón y autor de "entre 10 y 15 canciones" para el cantaor, dice: "Soy totalmente sensible a arreglar los problemas de la familia y estoy dispuesto a colaborar, pero no se pueden discutir los derechos de un autor. Camarón nunca exigió un porcentaje de estos derechos y no ha sido un intérprete que haya cambiado las canciones. No creo en un planteamiento jurídico del problema. A Camarón le corresponden los derechos de sus composiciones y los que los autores queramos compartir con él. Creo que se debe hacer, pero al autor hay que respetarlo".

"En los primeros discos de su carrera se utilizaban letras de Machado y se firmaban como originales", afirma Antonio Humanes, autor de canciones para Camarón -"por lo menos 18", dice- y representante del cantaor durante algunos años, junto a Gonzalo Torren te Malvido. "Yo repartía los derechos de autor con él porque era mi amigo", continúa Humanes. "Además, Camarón era el único que hacía música cantando. Aunque le dieras la base, él armonizaba mucho y lo enriquecía. Era algo dejaíllo para componer, pero cogía un tema y siempre lo variaba algo".

Paco de Lucía, muy afectado por la situación, ha sido el primero en tomar la iniciativa. Antes de partir hacia Cancún (México) de vacaciones, el guitarrista autor de muchas canciones del repertorio camaronero pidió a la SGAE un certificado de todos los derechos recaudados como autor para Camarón, con el fin de donárselos a sus herederos. El certificado está hecho y dispuesto para la firma. Pero el problema no está en el dinero ya cobrado, sino en el que la obra de Camarón puede generar en el futuro. Y ahí está el meollo de la cuestión, porque, según expertos de la SGAE, la obra de Camarón se incluye en la denominada de fondo de catálogo, es decir, que se vende muy lentamente pero de forma continuada.

"No vamos a consentir que, en el futuro, se venda su obra por él, y sus herederos no reciban nada", afirma tajante Antonio Agesta. "Camarón no cantaba una cosa igual dos veces y repito que su obra es de creación colectiva, por lo que sus herederos deben recibir el tanto por ciento que les corresponda. Hemos pensado, siguiendo instrucciones de su viuda, apelar a la bonhomia de cuantos han colaborado con José en su discografía. Estoy seguro de que la petición que hizo por televisión antes de morir será atendida tanto por los autores como por su casa discográfica. No tengo duda de que la generosidad y el amor que Camarón derrochó en vida van a ser correspondidos por todos ahora para atender su última voluntad".

Nadie parece querer llegar a este punto crítico, que enfrentaría a familias flamencas amigas desde siempre. "Todo se puede solucionar planteando las cosas a las claras, sentados alrededor de una mesa", dice Pepe de Lucía. "A José le corresponden unos derechos -royaalties por discos vendidos, repartos de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes (AIE)-, pero no los de mis canciones

"No entendía ni de autores ni de nada. Sólo de cantar", dice Tomatito, el inseparable guitarrista de Camarón. "La pena es que, durante gran parte de su vida, no hubiese nadie que le asesorara, porque lo hubiese tenido todo bien arreglado, si hay algo que arreglar".

Situación semiprecaria

Según Agesta, "la situación de su familia es semiprecaria", algo que confirma Antonio Pulpón, representante del cantaor: "Creo que es mala, porque en los derechos de autor Camarón nunca se fijaba. pienso que lo justo y lo humano es que esos señores [los autores de las canciones de Camarón] que han ganado tanto dinero con él, lleguen a un arreglo. Pero eso se hace por las buenas, no con pleitos".El reconocimiento de Camarón como autor en base a una creación colectiva plantearía una serie de problemas por cuanto crearía un precedente de consecuencias imprevisibles. Según Miguel Pérez Solís, abogado y jefe de la Asesoría Jurídica de la AIE, "el artículo 7, apartado 1, de la Ley de Propiedad Intelectual dice que los derechos sobre una obra que sea el resultado de la colaboración entre varios autores, corresponde a todos ellos. Estamos ante un problema autoral complejo, que puede resolverse con el arbitraje de la SGAE, antes de iniciar un procedimiento judicial".

"Este tema se tiene que solucionar tras cortina y con sordina", dice Antonio Agesta. Es algo en lo que todos los implicados parecen estar de acuerdo. Porque, por encima de un problema de gran complejidad legal y moral, está el respeto a la figura de Camarón, un artista respetado y admirado, cuyos derechos se han sobredimensionado. ¿Novecientos millones como autor? Según Pachón, "ni la mitad de la mitad de la mitad". Pero nadie se fija en el dinero pasado, sino en el futuro. Y puede ser mucho.

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