Profundas grietas en la federación
ENVIADA ESPECIAL El primer ministro eslovaco, Jan Carnogursky, llegó ayer por la tarde cabizbajo a la casa de Gobierno de Bratisla va para hacer frente a su de rrota ante más de un centenar de periodistas. No le quedó otro remedio que reconocer la enorme, pérdida de su partido, el democristiano KDH. "Nos vamos a la oposición" y desde allí "nos ocuparemos de que la opinión pública internacional se entere de los casos de violaciones a los derechos humanos en Eslovaquia", dijo en referencia a su posible su cesor, Vladimir Meciar.
Carnogursky reconoció el triunfo electoral de los partidos "nacionalistas y de izquierdas", cuyo mayor exponente es Meciar, de 49 años, cabeza de lista del Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS), que logró un 35% de los votos. "Las consecuencias de estos comicios", dijo Charnogurski, es que "se debilitará agudamente la federación , y la situación económica y social en Eslovaquia va a empeorar agudamente".
El líder democristiano dijo que venían "tiempos difíciles", ya que será prácticamente imposible conciliar las posturas opuestas de VIadimir Meciar, que defiende el intervencionismo estatal en la economía, con el gran ganador en las tierras checas, Václav Klaus, artífice de la reforma! económica checoslovaca.
La difícil y casi imposible tarea de Vladimir Meciar es lograr un compromiso con Klaus, el candidato mejor situado para primer ministro del Gobierno federal, sin desilusionar de forma definitiva a sus electores.
Las promesas electorales de Meciar de declarar la soberanía, elaborar una nueva Constitución, llamar a referéndum y crear el cargo de un presidente de la República auguran un complicado proceso.
Por su parte, el Movimiento por Eslovaquia Democrático indicó, por medio de un portavoz: "Los ciudadanos de Eslovaquia han confirmado que no existe una sola versión de la transformación económica de Checoslovaquia".
