_
_
_
_
_

Marvin Minsky, 'padre' de la inteligencia artificial, arremete contra Roger Penrose

El científico considera 'La nueva mente del emperador' un libro "miedoso y estúpido"

Jacinto Antón

Marvin Minsky, profesor del departamento de Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica del Massachusetts Institute of Technology (MIT), considerado el centro más importante del mundo en investigación de inteligencia artificial, arremetió ayer en Barcelona contra Penrose, autor del popular ensayo de divulgación científica La nueva mente del emperador (Mondadori). "Es un libro miedoso y religioso, y también estúpido", dijo Minky. "Penrose asegura que es imposible construir una mente y basa esa afirmación no en criterios científicos sino en la fe". Minsky asistió ayer en Barcelona a la entrega de los premios de ciencia ficción que concede la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

"No entiendo porqué ese libro tan malo resulta tan popular", reflexionó Marvin Minsky; "Penrose escribe mala teoría y hace truco al final. Lo que afirma en el fondo es que pensamos porque Dios ha puesto las ideas en nuestra cabeza; evidentemente eso descalifica a las máquinas para hacer lo mismo. Es un argumento de fe y propio de personas que no conocen máquinas grandes sino electrodomésticos',.Para Minsky, "las máquinas puden ser inteligentes, porque el cerebro humano es simplemente otra máquina; todo lo perfecta y compleja que se quiera, pero una máquina". Para Minsky, no existe el genio entendido como algo no explicable en términos físicos; "no existe la intuición y no hace falta el Espíritu Santo para explicar el funcionamiento de la mente. Pensar que hay algo más es tirar la toalla y no plantear las cosas en términos científicos".

Según Minsky, la religión y la investigación sobre inteligencia artificial colisionan: "La religión promete una vida futura, pero la inteligencia artificial supone que algún día podrás continuar tu vida presente; es una perspectiva demasiado buena y produce miedo". Minsky especuló con que en el futuro, "se conservará en disquete la personalidad de los que mueran: eso equivale a la inmortalidad, y con el añadido de que se podrán hacer tantas copias como se quiera".

"En todo caso", advirtió, "será caro; habrá que ahorrar para hacerse una copia de la mente como ahora ahorramos para comprar una casa".

Minsky admitió que el asunto es complejo: "El cerebro es una máquina terriblemente complicada, como mil ordenadores todos distintos; de momento sólo entendemos unas pocas funciones, pero en poco tiempo, quizá 100 años, es posible que las entendamos todas". El científico señaló que existe un cierto bloqueo en la construcción de inteligencias artificiales: "Construir un cerebro es muy dificil, de momento conseguimos que las máquinas hagan tareas muy especializadas, que llegen a ser grandes maestros del ajedrez, como Deep Thought, pero no conseguimos que sean como los niños, es decir que sean capaces de aprender. Construimos aparatos que sustituyen a expertos cualificados, pero no podemos imitar a un niño, que sabe que puedes tirar de una cuerda pero no empujarla. Éste es mi trabajo y el reto actual en este campo: introducir el sentido común en la inteligencia artificial. Es paradójico, pero es así: la inteligencia artificial avanza hacia atrás, del experto al niño. El futuro está en que la máquina aprenda muchas cosas simples y crezca por sí misma".

Lo fácil y lo dificil

La cuestión, indicó Minsky, es que no existe una teoría definitiva sobre cómo aprende el niño. "La idea más aceptada es que progresivamente se van incorporando más partes del cerebro a la estructura del pensamiento", reflexionó. El científico insistió: "Es preciso retener que lo que pensamos comúnmente que es fácil, es dificil, y al contrario. Resolver cálculos, disponer circuitos eléctricos, jugar al ajedrez, es lo que podemos hacer que hagan las máquinas; lo que no sabemos cómo hacer es que hagan cosas fáciles". En ese contexto, Minsky mencionó un programa para que un gran ordenador jugara con simples bloques de colores.Marvin Minsky, considerado uno de los padres de la inteligencia artificial, es inventor de un brazo hidraúlico, del primer simulador de redes neuronales (SNARC) y del sistema Logo de aprendizaje de la informática. Minsky es además, y por ello ha sido invitado por la Politécnica barcelonesa para la entrega de sus premios, un gran aficionado al género de la ciencia ficción que cuenta entre sus amigos personales con escritores como Arthur C. Clarke e Isaac: Asimov -a los que consulta habitualmente-. Autor de una larga lista de libros científicos y de su propio ensayo divulgativo, The society of mind (1987), Minsky tiene a punto de publicar una novela de ciencia ficción The turing option, en colaboración con Harry Harrison, uno de los nombres clásicos del género. "Mi carrera esta muy conectada con las ideas de los autores de ciencia ficción", explicó Minsky que consideró: "Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo son ellos". El científico fue más allá y descalificó prácticamente todo el resto de la literatura, "que habla siempre de lo mismo, que es de cómo ganar más dinero y tener más amantes, cosas poco útiles en otros planetas", bromeó.

El primer premio de novela corta de ciencia ficción de la UPC, dotado con un millón de pesetas, recayó ex aequo en las obras Mundo de dioses, de Rafael Marín Trechera, y El círculo de piedra, de Ángel Torres Quesada.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_