_
_
_
_

Israel deja la puerta abierta a la conferencia de paz

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, abandonó ayer Israel sin obtener del primer ministro Isaac Shamir una respuesta clara a la participación de Te¡ Aviv en una conferencia regional de paz -convocada por EE UU y la URSS-, pero los israelíes han dejado la puerta abierta a su posible concurso en la negociación de paz. Baker está dispuesto a regresar a Israel en su camino desde Singapur hasta Moscú (donde asistirá a la cumbre soviético-norteamericana) si los israelíes dan una respuesta positiva en los próximos días, el margen que se ha concedido Shamir para contestar al secretario de Estado."Hablamos de días y no de semanas", dijo Avi Pazner, portavoz del portavoz del primer ministro.

Más información
La suspensión del bloqueo, una audaz oferta árabe
Acuerdos por arte de magia semántica

Pese a las reticencias profundas -respecto a la posición de EE UU en la retirada de los Altos del Golán (anexionado en 1981 y con una población de 12.000 colonos israelíes) y a las interpretaciones de las resoluciones 242 y 338 de la ONU-, Shamir está predispuesto a conceder su plácet al plan estadounidense, según una fuente muy próxima al primer ministro israelí.

El primer ministro desearía que la conferencia de paz se abriera en Washington, siempre y cuando se solucionase previamente la composición de la delegación palestina. Funcionarios israelíes hablaron de la posibilidad de que un conferencia a nivel menor (ministerial) pudiera celebrarse en octubre, informan las agencias de prensa.

Es de sobra conocido que Shamir no se toma las cosas a la ligera, de modo que un no radical puede provocar una grave crisis en las relaciones entre Israel y EE UU, cuanto Bush ha arriesgado su prestigio en este plan, que ha sido aceptado por los árabes, incluida Siria. Shamir sabe, además, que un enfrentamiento en estos momentos con el presidente norteamericano sería en detrimento de los intereses de Israel. Algunos congresistas projudíos norteamericanos han hecho llegar a Shamir su opinión de que una negativa al plan de EE UU, después de su aceptación por Siria, Líbano y Jordania, haría a los israelíes únicos responsables del fracaso.

Después de lustros en que los árabes rehusaban sistemáticamente siquiera pensar en la paz con el Estado de Israel, escuchar a Shamir decir no a las conversaciones con sus vecinos árabes, que finalmente han cedido, crearía una corriente de opinión antisraelí entre los norteamericanos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ahora la pregunta es ¿qué ocurrirá si Shamir dice sí a Baker? Los ministros ultranacionalistas de Tehiya, Tsometh y Moledeth pasarían a la oposición. En tal caso no se sabe cómo Shamir haría frente a los halcones del Likud, como Sharon y el propio Arens, o si acaso se coligaría con los laboristas de Simón Peres.

Nuevas elecciones

Esto último no es probable porque Shamir preferiría recurrir a las elecciones anticipadas, y en tal caso, los comicios no podrían celebrarse antes de tres meses, lo que se antoja demasiado tiempo ante los acontecimientos que se suceden en Oriente Próximo, desde una eventual nueva guerra contra Sadam hasta un endurecimiento del presidente sirio, Hafed el Asad, o un derrocamiento de Hussein de Jordania por los fundamentalistas, que ayer votaron en el Parlamento de Ammán contra el plan de paz.

En este intervalo de tiempo, Shamir confía en que el Likud obtendría mayor apoyo popular.

En la reunión ministerial de ayer, Shamir informó de sus conversaciones con Baker, y una persona del entorno del primer ministro explicó que estaba "bastante optimista" porque Baker le aseguró del cambio "revolucionario" en la posición de Siria, cuyo presidente está dispuesto a emprender negociaciones directas y bilaterales con Israel y ,,esto es lo verdaderamente importante" comentó Shamir. La misma fuente asegura que el ministro de Asuntos Exteriores israelí, David Levy, apostilló: "Y lo alentador".

Ayer mismo, el responsable de Exteriores de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Faruk Kadumi, se trasladó a Damasco para tratar del plan de paz. Otros enviados del presidente de la OLP, Yasir Arafat, viajaron a Jordania y Egipto (países que han aceptado el plan) con el mismo propósito.

Kadumi se reunió con el ministro sirio de Exteriores, Faruk Al Shara, por espacio de tres horas. Al término de la reunión no quiso dar detalles a los periodistas sobre el tipo de participación palestina en la eventual conferencia de paz, sea de forma individual o integrada en la delegación jordana.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_