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Kaifu coordina con Bush el apoyo económico a la URSS

El presidente norteamericano, George Bush, y el primer ministro japonés, Toshiki Kaifu, coordinarán su posición sobre la ayuda a la URSS en la próxima cumbre de Londres durante la reunión que mantendrán hoy en Kennebunkport (Maine), residencia de descanso del titular de la Casa Blanca. Japón está dispuesto a facilitar asistencia técnica, pero teme verse aislado en su rechazo a conceder préstamos al programa de reforma soviético.

La reunión informal de Kennebunkport será la primera que ofrece en ese lugar el matrimonio Bush a un dirigente nipón y a su esposa. En la agenda, además de la URSS, figurará la eventual liberalización gradual del mercado del arroz japonés, que tarde o temprano tendrá que producirse a menos que Tokio quiera verse acusado de obstaculizar el éxito de la Ronda Uruguay.En el último encuentro que George Bush y Toshiki Kaifu tuvieron el pasado abril en California, éste prometió esforzarse al máximo para abrir, aunque sea de una manera casi testimonial, el mercado; pero la situación se ha complicado tras los recientes movimientos de protesta de los agricultores japoneses ante las mayores presiones que se han producido últimamente de parte norteamericana.

Respecto a la URSS, Japón parece ahora mucho más tranquilo que hace algunas semanas y observa con menos inquietud la posibilidad de que en la cumbre de Londres -que se celebrará del 15 al 17 de julio- pudiera verse en algun momento aislado del resto de las siete grandes potencias industrializadas.

Fuentes oficiales niponas no descartan la dificultad que puede hallar Kaifu ante una postura conjunta de Alemania y Francia a favor de la ayuda económica a la Unión Soviética, pero se muestran muy confiadas con la actitud de Estados Unidos de aplazar por el momento cualquier envío masivo de dinero en apoyo a la reforma de Mijaíl Gorbachov. Sin embargo, también son conscientes de que el presidente Bush puede suavizar su postura si soviéticos y norteamericanos alcanzan este verano un acuerdo en las negociaciones de desarme. Kaifu ha manifestado esta semana que tanto la dirección como los objetivos del último plan económico soviético no están suficientemente definidos. El primer ministro nipón, que se entrevistará con Gorbachov después de la cumbre de los siete grandes, piensa, no obstante, reiterar el respaldo japonés a la perestroika.

En realidad, bajo los argumentos sobre la falta de concreción de la reforma económica se esconde el contencioso no resuelto de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles, cuya soberanía reclama Japón. La visita de Gorbachov a Tokio el pasado abril no logró desbloquear el problema.

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Los japoneses vinculan ahora un poco menos la entrega de préstamos a la Unión Soviética a la solución del litigio territorial, pero en el fondo nada ha cambiado desde abril hasta hoy, pese a algunas declaraciones menos negativas que se han escuchado en las últimas semanas de boca de destacados representantes del Gobierno.Concluida la cumbre de Londres, Kaifu viajará a La Haya para reunirse con el actual presidente de la CE, el primer ministro holandés, Ruud Lubbers, y el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, a quien habrá visto antes en Londres.

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