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Olszewski, un democristiano para encabezar el Gobierno de Walesa

El presidente electo anuncia que su programa "será difícil"

El presidente electo de Polonia, Lech Walesa, manifestó ayer que el programa del Gobierno que está formando el futuro primer ministro, el democristiano centrista Jan Olszewski, "será difícil". Walesa, que compareció en el acto de conmemoración de la matanza de 1970, dijo que "se tomarán en cuenta las críticas" que la sociedad había formulado contra el Gobierno de Tadeusz Mazowiecki, que acaba de dimitir.

En la primera fase de la campaña electoral Walesa había censurado implacablemente el programa de ajuste económico realizado por Mazowiecki, pero ya antes de la segunda vuelta de las presidenciales manifestó que el plan de estabilización será continuado, "con correcciones necesarias", sobre todo en cuanto a la política agraria, y el ritmo de la privatización que Walesa desea aumentar para "entregar Polonia a los polacos". Los preparativos para la formación del nuevo Gabinete están a cargo de Jan Olszewski, de 60 años, un excelente abogado, conocido por sus actuaciones como defensor en procesos políticos, que, sin embargo, siempre estuvo en la segunda fila de la lucha política. Según su esposa, la periodista Marta Miklaszewski, Olszewski es un católico independiente "de orientación democristiana, pero con ciertas tendencias izquierdistas, siempre presentes en su familia".

Las raíces socialistas no impidieron que el nuevo primer ministro desenvuelva su vida social en un círculo de personas muy vinculadas a la tendencia católico-tradicionalista de Solidaridad.

Desde hace un año, Olszewski apoyó la política de radicalización de las reformas polacas propugnada por Walesa. Olszewski, nacido en 1930 en Varsovia, no tiene hijos y nunca perteneció a ningún partido. En los años sesenta, como abogado, defendió en los procesos políticos a los más conocidos disidentes polacos: Jacek Kuron, Adam Michnik y Karol Modzelewski. En 1975 protestó públicamente contra la modificación de la Constitución polaca en la que las autoridades comunistas habían introducido formulaciones sobre el papel dirigente del partido y la amistad con la URSS. Desde 1976 defendió a obreros despedidos tras la revuelta provocada por las subidas de precios y fue uno de los signatarios del Comité de Defensa de los Obreros (KOR), centro de la oposición antitotalitaria y el germen del que cuatro años más tarde nació el sindicato de Solidaridad. Olszewski fue uno de los artífices de los estatutos del sindicato independiente y se convirtió en uno de sus principales asesores.

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