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Indicios de fraude, miedo y masiva participación en las elecciones de Haití

Antonio Caño

ENVIADO ESPECIALMiedo, confusión y graves irregularidades, que perjudicaron al candidato de la izquierda, el sacerdote salesiano Jean-Bertrand Arístide dominaron la trascendental jornada electoral celebrada ayer en Haití. Desafiando las amenazas de violencia, los haitianos se volcaron en las urnas como una oleada de revolución pacífica, pero el caos creado en los centros electorales amenazaba ayer la credibilidad y la propia viabilidad de los comicios.

Algunos de los principales centros electorales de Puerto Príncipe tardaron más de cuatro horas en abrirse por falta de materiales indispensables para la votación, otros todavía seguían cerrados al mediodía y en otros el sufragio fue suspendido por sospechas de manipulación de las papeletas en contra de Arístide, el principal aspirante a la victoria.En muchos lugares, después de cinco horas de espera en las filas, cientos de hombres y mujeres seguían soportando, bajo un sol infernal, su turno para depositar la papeleta; en otros, la gente, convencida de que se estaba produciendo un fraude encubierto, rompió las colas y se dedicó a cantar y bailar consignas de respaldo al sacerdote populista adorado por los más humildes de los haitianos.

El respaldo a Arístide en las filas que esperaban ante los colegios y los templos de vudú de Puerto Príncipe era públicamente manifestado, y más que mayoritario parecía arrollador. Sin embargo, muchas de esas personas no pudieron votar por el cúmulo de dificultades técnicas que rodearon estas elecciones.

Significativamente, en la localidad de Petionville, doncle residen clases altas de Puerto Príncipe y donde se espera una mayor votación para el candidato de centro-derecha, Marc Bazin, la gran mayoría de los centros de votación funcionaron correctamente desde la hora acordada para la apertura de las urnas.

Los observadores de las Naciones Unidas y de la OEA apenas se hicieron visibles en los barrios pobres de la ciudad -donde las dificultades fueron constantes-, pese a que esas dos instituciones internacionales corrían con la responsabilidad técnica de las elecciones, para cuya organización se han dedicado más de 10 millones de dólares.

Aunque a la hora de cerrar esta edición no se conocía la marcha de la votación en el interior del país, parecía difícil que a Aríspide se le pudiera escapar una victoria en la primera vuelta, a menos que las irregularidades lo impidan.

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Si Arístide no supera la barrera del 50% de los votos deberá enfrentarse en solitario el próximo 13 de enero a Marc Bazin, quien contará entonces con el respaldo de todas las demás fuerzas políticas, de las embajadas de Estados Unidos, de Francia y de todos los países latinoamericanos, que observan con pavor la llegada a la presidencia haltiana de un cura revolucionario cuatro años después del fin de la dictadura duvalierista.

Tensión

En las puertas de los centros electorales, la tensión era tal que la explosión de un globo por la mañana provoco una peligrosa estampida. Rumores sobre la presencia de gente armada, antiguos tonton macoute o seguidores del candidato democristiano, Sylvio Claude, circularon continuamente entre los votantes.La capital haltiana vive bajo un toque de queda de hecho desde la noche del sábado, pero la vigilancia militar en los colegios más conflictivos fue muy discreta o inexistente, lo que dio pie a escenas de desorden y continuos incidentes entre los votantes y los miembros de las mesas.

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