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EL CASTELLANO REPITE PREMIO NOBEL

Poeta deslumbrante,ensayista polémico

La obra de Octavio Paz es una celebración de la palabra y una reflexión sobre el siglo

Octavio Paz es una de las figuras más prolíficas, polémicas y polifacéticas de la literatura hispánica contemporánea. La celebración de la palabra que supone su obra, su verbo exuberante, armonioso y certero y la amplitud de horizontes culturales e intelectuales que denotan sus focos de interés, así como la peculiaridad de sus raíces mexicanas, entreverada con la firme raigambre de su estilo en la tradición de la literatura castellana, le sitúan en una posición singular. Él mismo describió esa singularidad en uno de sus ensayos, sin saber si considerar su punto de vista "excéntrico o simplemente marginal; en todo caso, nunca desde las certidumbres de una ideología con pretensiones enciclopédicas, como el marxismo, o desde las verdades inmutables de religiones como la cristiana o la islámica; tampoco desde los centros, reales o supuestos, de la historia: Nueva York, Moscú o Pekín".Son precisamente esa singularidad y esa multiplicidad de intereses las que marcan la obra literaria de Paz, bifurcada en dos grandes cursos -la poesía y el ensayo- que con frecuencia convergen merced al mero poder de seducción literaria y fascinación poética hallable en sus páginas. La misma extensión de su obra, por otra parte, le convierte en partícipe de muchos de los movimientos poéticos e intelectuales del siglo, desde el superrealismo hasta el estructuralismo. Paz es, además, uno de los escritores hispánicos que con mayor intensidad ha entroncado con algunas de las preocupaciones fundamentales del arte contemporáneo, y su obra -tanto los poemas y las prosas poéticas como los ensayos- es tal vez el mayor ejemplo contemporáneo de las letras hispanas de consideración del mundo como una globalidad de historias, culturas e individualidades simultáneas e interrelacionadas.

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Precedentes poéticos

Sus primeros poemas, en 1935, se revelan tan deudores de la tradición poética del siglo de Oro como afines a sus inmediatos precedentes españoles de la generación del 27 o a sus contemporáneos franceses. Posteriormente, reunirá su producción poética en diversos libros -Libertad bajo palabra (1958), Salamandra (1962), Ladera Este (1969), Vuelta (1976)- que en su edición española están contenidos en el volumen Poesía, 19351975, publicado por Seix Barral en 1979. En sus sucesivas creaciones poéticas, Paz desarrolla un lenguaje crecientemente personal y, sin abandonar en absoluto sus raíces mexicanas e hispánicas, evoluciona hacia una multiplicidad y permeabilidad a la que no es ajeno su profundo interés por las filosofías orientales. Sus últimos poemas publicados en España se reúnen en el volumen Arbol adentro (Seix Barral, 1987). El propio Paz hizo una selección de su obra poética, publicada en 1989 por Seix Barral con el título El fuego de cada día. Voces poéticas tan diversas como las de Góngora, san Juan de la Cruz, Paul Valéry, Lorca y Guillén, Walt Whitman y Leopardi, Cernuda y los clásicos hindúes, reverberan en la personal intensidad de la poesía de Octavio Paz.

Si bien Paz goza de amplio crédito por su producción poética, su dimensión polémica se pone por completo de manifiesto en su extensa y variadísima producción como ensayista, en la que, por otro lado, se hacen presentes algunas de sus mejores cualidades como escritor e intelectual contemporáneo. La capacidad de Paz para convocar y relacionar las más variadas fuentes de inspiración, datos e influencias, así como su talento poético para establecer relaciones insospechadas se evidencian en ensayos como Claude Lévy-Strauss y el festín de Esopo (1967) o Marcel Duchamp o el castillo de la pureza (1968), en los que su fascinación de entonces por el estructuralismo se ve permeada por una concepción mucho más amplia del hombre y el arte.

Galería del siglo

La panoplia de temas, obras, personalidades, doctrinas y tendencias que aborda Octavio Paz en sus ensayos -cuyas recolecciones en forma de libros reúnen frecuentemente los hitos de una extensísima labor de articulismo periodístico- es abrumadora. Desde su permanente reivindicación de la operatividad y la modernidad de la poesía, hasta sus esclarecedores perfiles de artistas -Miró, Matisse-, pasando por penetrantes comentarios sobre escritores y 'filósofás de su tiempo (El signo y el garabato, 1973; Sombras de obras, Seix Barra¡, 1983; Hombres en su siglo, Seix Barra¡, 1984), los ensayos y artículos de Paz son una verdadera galería de la creación, las ideas y el conocimiento del siglo XX, por la que Paz guía al lector incitándole a la reflexión propia, por más que en algunas ocasiones, especialmente cuando aborda los problemas de México y América Latina, se le haya achacado una menor sensibilidad y amplitud de miras que la que exhibe en otros contextos.

Paz inició su trayectoria ensayística con El laberinto de la soledad (1950), al que siguieron El arco y la lira (1956), Lasperas, del olmo (1957, Seix Barral, 1971), Puertas al campo (1966, Seix Barral, 1972) y Corriente alterna (1967). Un nexo de unión constante en estos ensayos es la meditación sobre la simultaneidad e interactividad de culturas que se dan en su propia herencia mexicana y su educación europea y, más ampliamente, occidental. Otros ensayos posteriores son Apariencia desnuda (1973), Conjunciones y disyunciones (1969), Posdata ( 19 70), Los hijos del limo (Seix Barral, 1974 y 1987), El ogro filantrópico (Seix Barra¡, 1979), In / Mediaciones (Seix Barra¡, 1979) y Tiempo Nublado (Seix Barral, 1983 y 1986).

En algunos de estos textos, previamente publicados independientemente en revistas y diarios, entre ellos EL PAÍS, Paz se revela -por encima de sus observaciones más polémicascomo un lúcido precursor de la actual preocupación por el deterioro ecológico del planeta, o como esclarecido analista de procesos que aún tardarían en culminar, corno cuando escribe en Sombras de obras que "la solidez de la Unión Soviética es engañosa; el verdadero nombre de esa solidez es inmovilidad. Rusia no se puede mover; mejor dicho, si se mueve aplasta al vecino o se derrumba sobre sí misma, desmoronada". Las prosas escritas por Paz en su juventud se han publitado reunidas en Primeras letras (Seix Barral, 1988) y una faceta más queda plasmada en el libro de conversaciones Pasión crítica (Seix Barral, 1985).

Festejo del idioma

El mono gramático (Seix Barra¡, 1974) es unánimemente considerado como un capítulo aparte en la obra de Octavio Paz. Mezcla de ensayo, prosa poética y texto iniciático y esotérico, El mono gramático es un deslumbrante festejo de la palabra y al mismo tiempo una meditación sobre el sentido de la realidad y del lenguaje, así como de las interrelaciones entre mitos, ideas, verbo, percepción y conocimiento, conducidos como una búsqueda del mítico rey-simio Hanumán (personaje central del Ramayana, a quien, entre otros portentos, se le atribuye la creación de una gramática) en dos escenarios que se suceden y superponen sin solución de continuidad: un jardín de Cambridge y el camino que va de Jaipur (India) a Gaita, donde está el templo de los monos, morada mítica de Hanumán, el mono gramático.

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