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LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

"Lo de Cuba ya no hay quien se lo crea"

El físico nuclear Alfredo Oquendo pide refugio político en España junto con su familia

Alfredo Oquendo salió de La Habana el pasado 17 de julio, en plena crisis de los refugiados. Su avión, con destino a Moscú, realizó una escala técnica en Madrid, que el físico nuclear, de 28 años, y su familia aprovecharon para pedir refugio político. Oquendo salió de su país porque, tras cuatro años de intentos por progresar en su profesión, acabó como mecánico en una pequeña fábrica de cartones. "Lo de Cuba ya no hay quien se lo crea", manifestó ayer el especialista cubano. Llevaba siete meses planeando su huida.

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Según Oquendo, la situación de su país ha ido degenerando vertiginosamente en los últimos años, y cualquier intento por lograr un sistema económico que genere desarrollo fue eliminado y todo se subordinó al centralismo económico y a los más rígidos principios del socialismo.La esperanza del técnico cubano de que la situación se modificase positivamente fue decreciendo paralelamente al aumento de las colas. "Ahora se ha reducido el consumo de combustible un 60%, y al 80% de la población que cocina con queroseno le están convenciendo para que lo hagan con serrín o con leña", explica el físico nuclear, que estudió durante seis años su carrera en la Unión Soviética, donde conoció a su mujer, Victoria Paulova Galikova.

"Aunque mis amigos me decían: 'Mira, tú has estudiado tanto para acabar en una fábrica de cartones', yo al principio pensaba que las dificultades me iban a servir para superarme, pero no fue así".Alfredo Oquendo, que ha solicitado refugio, cree que Fidel Castro se ha equivocado ahora con sus ataques hacia España, "uno de los pocos países que le seguían apoyando"."La política económica es el mayor error de Castro, y la prueba del fracaso es que en Cuba las empresas planifican sus pérdidas", dice Oquendo, que asegura que los ministros "no dan pie con bola, porque tienen que ceñirse a la rigidez del sistema socialista".Un sistema inviableEl desencanto con el régimen ha provocado que la intelectualidad cubana sea, según Oquendo, el sector de la población que más convencido está de la necesidad de un cambio en el país.

Los sectores más cualificados son, por otra parte, los que más impedimentos tienen para viajar, afirma. En su caso "ha sido excepcional" que le permitieran salir con su mujer y su hijo, de tres años y medio. Iniciaron las gestiones burocráticas el pasado mes de enero, y, para conseguirlo, Victoria alegó una enfermedad que le impedía hacer en solitario el viaje hasta Moscú y hubo de renunciar a su próximo permiso trianual para viajar a la Unión Soviética.Los descuentos por el tiempo empleado en las gestiones efectuadas durante los últimos meses convirtió su nómina de 200 pesos (20.000 pesetas al cambio oficial) en siete.

La idea que tiene esta soviética de Mijaíl Gorbachov es muy distinta de la que su marido tiene de Fidel Castro: "Para mí, Gorbachov ha sido valiente e intenta arreglar un sistema económico que, independientemente de sus esfuerzos, tiene pocas salidas".

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Como la mayoría de los cubanos que piden refugio en España, la familia Oquendo, que vive de momento en una modesta pensión que les ha conseguido la Cruz Roja, piensa establecer su residencia definitiva en Estados Unidos, donde tiene familia.

Tras pasar dos días en Madrid, de comisaría en comisaría, para arreglar sus papeles de solicitud de refugio, pedir una subvención económica a la Cruz Roja y entrevistarse con los cubanos disidentes en España, su primera tarde libre la utilizaron ayer en visitar unos grandes almacenes. Mañana irán al museo.

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