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CÓNCLAVE COMUNISTA EN MOSCÚ

"Ser extremista en la URSS es un lujo"

Pilar Bonet

Borís Guseletov, de 34 años de edad, ha sido elegido recientemente miembro del nuevo comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Representa a los jóvenes comunistas en el máximo foro del partido y es todo un símbolo de esperanza para quienes confían en que el PCUS pueda dar un salto generacional y prolongar su existencia como organismo vivo en el futuro del país.

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"Ser extremista hoy en la Unión Soviética es un lujo", afirma Borís Guseletov, que entró en el partido en 1986 animado por la subida al poder de Mijaíl Gorbachov. Guseletov lee cuidadosamente a Marx y sería un socialdemócrata si hubiera vivido en Suecia y no en SverdIovsk, la ciudad de los Urales donde se ha formado y trabaja como profesor de mecánica teórica."Es más sencillo trabajar por la democratización en una estructura política ya existente y tratar de conseguir la mayoría que salir de ella para formar un nuevo partido político. En este país nos gusta mucho destruir cosas. En el caso del PCUS, hay dos tácticas: una, continuar y luchar dentro, y otra, dejarlo todo y marcharse".

Al igual que Borís Yeltsin, Guseletov ha estudiado en el Instituto Politécnico de Sverdlovsk, adonde llegó siendo niño desde Novokuznetsk. El nombre de Guseletov, un hombre alto y bien parecido, llamó por primera vez la atención durante el Congreso de los Comunistas de Rusia, cuando apareció como firmante de lo que se ha llamado Manifiesto de los veintidós. Durante el 282 congreso del PCUS, Guseletov ha sido uno de los más activos delegados a la hora de consolidar los sectores reformistas en el interior del partido.

El Manifiesto de los veintidós condenaba la falta de democracia con la que se formó el Partido Comunista de Rusia y era una acusación abierta contra los sectores conservadores que prevalecieron en él.

Guseletov, que admira a Alexandr YákovIev y se siente dolido porque éste se ha retirado de los órganos de dirección del PCUS, ha colaborado estrechamente con los líderes de Plataforma Democrática que, como Viacheslav Shostakovski y Vladimir Lisenko, se han decidido finalmente a abandonar el PCUS. Los jóvenes comunistas, Plataforma Democrática, Plataforma Marxista y los secretarios de organizaciones de base formaron en el congreso un grupo llamado Unidad Democrática, pese a las diferencias que existían entre ellos.

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Guseletov cree que el 28 2 congreso ha sido "un paso muy importante en el camino de la transformación del partido, especialmente en la declaración programática, en la que se expresa el deseo de colaborar con todas las fuerzas democráticas". Los estatutos del PCUS le parecen más conservadores, pero le da mucha importancia: "Dada la falta de un nivel elevado de cultura política, unos estatutos demasiado demócratas pueden hacernos un flaco servicio. Los estatutos nos permiten a los demócratas seguir haciendo nuestra labor en el partido y decir nuestro punto de vista, y a los conservadores les ayuda a luchar con los demócratas. A ver quién gana ahora que se ha permitido oficialmente la lucha entre nosotros".

Guseletov aborda sin dramatismo la salida del partido de Borís Yeltsin. "Tenemos que colaborar con él en interés del pueblo. Ahora seguramente se intensificará la salida del partido y esto provocará una cierta inestabilidad", señala. Los datos estadísticos que trae de Sverdlovsk muestran que el partido se encoge y envejece "a ojos vista". "Los jóvenes salen del partido y no entran en él. En 1985, la organización de SverdIovsk tenía 15.276 militantes menores de 25 años, lo que constituía un 5,8% del total. En 1989, esta cifra se había reducido hasta 6.661, lo que suponía un 3,7% del conjunto. El sector maduro de la organización en este periodo de tiempo pasó de 53.097 militantes a 63.451, es decir, que aumentaron en 10.000 los viejos y los jóvenes se redujeron en 10.000, dice. En el año 1985, los menores de 30 años eran el 72% de toda la organización del PCUS en SverdIovsk. En 1989, sólo eran el 6%. "Un total de 3.800 militantes de SverdIovsk dejaron el PCUS en 1989, y en cinco meses de este año ya han sido 6.300 los que han entregado el carné".Guseletov aborda también sin dramatismo la salida de Shostakovski y Lisenko. "Nosotros hemos elegido el camino de quedarnos. Debemos colaborar con ellos". A los conservadores del PCUS hay que enseñarles que si los jóvenes se van del partido "el PCUS va a ser quien más pierda con ello". Guseletov cree que no es posible hacer simultáneamente una revolución política y otra económica. Opina que lo prioritario hoy es una "revolución económica" y "el máximo de consolidación política para que no ocurra una explosión". "Hay que intentar conciliar la derecha y la izquierda. En dos o tres años, cuando levantemos la economía, llegará el tiempo de hacer una revolución política".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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