La Fundación Maeght reune en el sur de Francia las obras más importantes de Miró

Una gran retrospectiva de la pintura de Joan Miró se inauguró ayer en la Fundación Maeght de Saint-Paul de Vence, en el sur de Francia, con la asistencia del ministro de Cultura, Jorge Semprún. La retrospectiva, una de las más bellas y completas que se han realizado, incluye más de un centenar de obras y es la primera que se ofrece con ocasión del centenario del nacimiento del pintorcatalán, que se celebrará en 1993. Esta exposición francesa coincide con la exhibición, en la galería Maeght de Barcelona, de 135 grabados y aguafuertes de Miró, que podrán verse hasta el 15 de septiembre.

Consciente de la dificultad de los préstamos, y de que para aquella fecha el MOMA (Museo de Arte Moderno) de Nueva York prepara otra, Jean-Louis Prat, director de la fundación Maeght y comisario de la exposición francesa, se ha adelantado y ha conseguido lo que parecía imposible: reunir las más importantes piezas de la obra mironiana y mostrar una significativa e interesante cantidad de otras obras que están en manos privadas.[A la exposición conmemorativa de Nueva York se añadirán otras en España, organizadas por el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y la Fundación Miró de Barcelona. Entre ambas entidades se ha establecido cierta rivalidad para exhibir parte del importante fondo del museo neyorquino].

La selección incluye, de la primera época, no sólo la famosa Masía procedente de Washington, sino también el magnífico cuadro Viñas y olivos, de la colección Gelman, que combina el realismo detallista con las influencias cubistas y un color totalmente Jauve. Incluye también otra obra maestra que está en manos privadas, la Naturaleza muerta con conejo (1920), cuyos colores en el original son mucho más ricos que los de las múltiples reproducciones de esta obra que se han hecho. De los soberbios años veinte, los mejores del pintor, esta exposición muestra El carnaval del arlequín, el Perro ladrando a la luna y, también de la colección Gelman, el Paisaje animado, que se ha expuesto en muy pocas ocasiones.

De los años treinta, más dramáticos, se exhiben cuatro de los pasteles de 1934 que representan seres monstruosos, así como Caracol, mujer, flor, estrella, actualmente propiedad del Museo del Prado. La fundación Joan Miró de Barcelona ha prestado una de las famosas 23 constelaciones, hitos del arte del siglo XX por su composición desjerarquizada y en arabesco.

Piezas extrañas, "desconocidas", son por ejemplo la Cabeza de hombre, de 1935, una Pintura de 1950 procedente de Holanda o un cuadro iniciado por Miró en 1925 y terminado en 1960. De la última época, finalmente, se muestran los impresionantes Azul I, II y III, así como la Esperanza de un condenado a muerte, y también alguna de las telas que Miró dejó inacabadas. Considerando las enormes dificultades que hoy en día existen en los préstamos, esta exposición constituye el resultado de un esfuerzo casi titánico. La exposición permanecerá abierta hasta el 7 de octubre.