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UN LÍDER EN APUROS

Gorbachov topa con la reforma militar alternativo

Conversación con el mayor Vladímir Lopatin, diputado recientemente expulsado del PCUS

Pilar Bonet

Los altos mandos militares soviéticos intentan ejercer presión sobre la dirección política de la URSS y sobre el presidente Mijaíl Gorbachov y, con el complejo militar-industrial y la dirección política del ejército, se resisten a la reforma militar. Así lo ha afirmado a EL PAÍS el mayor VIadímir Lopatin, de 30 años, uno de los líderes del grupo de diputados militares del Parlamento soviético. Lopatin lucha hoy contra su reciente expulsión del Partido Comunista de la URSS (PCUS). El mayor Lopatin es rector de la Universidad de Marxismo-leninismo de la ciudad rusa de Vologda, y su firma encabezaba la lista de una veintena de diputados, todos ellos militares, que, movidos por Ia preocupación por el destino del país", exhortaron en marzo al Congreso de los Diputados de la URSS a realizar una reforma militar radical.

Las Fuerzas Armadas, decían los militares, "están en un estado de profunda crisis, lo que es peligroso en una sociedad inestable". La tensión en el Ejército aumenta, porque la reducción de efectivos se ha realizado sin garantías sociales y sin respetar muchos de los derechos civiles, según los oficiales que abogan por un programa estatal para colocar a quienes se quedan en la calle a resultas de la reducción de efectivos y los acuerdos con. EE UU. "Entre los licenciados del Ejército con creciente frecuencia se expresa abiertamente desconfianza hacia el Gobierno, el Congreso de los Diputados Populares de la UR SS y el jefe del Estado, precisamente por la falta de un programa concreto de medidas capaz de garantizar la estabilidad de las Fuerzas Armadas".Lopatin ve un intento de ejercer presión sobre Gorbachov en la reunión que éste mantuvo el 15 de marzo con los diputados militares y los altos mandos del Ejército. Fue una de las primeras actividades del presidente Gorbachov, elegido tras haber oído las críticas de algunos altos mandos, como el general -coronel Makashov, jefe del Distrito Militar de los Urales. "El presidente", había dicho Makashov, "no debe ser pacifista o baptista, sino realista. Y la realidad en el mundo es tal que continuar el desarme unilateral es una tontería o un delito". Makashov pidió que en el futuro el presidente de la URSS pase por las filas del Ejército o, por lo menos, haga un curso de preparación castrense. Como estudiante, Gorbachov fue dispensado del servicio militar.

La reunión de Gorbachov con los diputados militares había sido solicitada y planeada por los oficiales reformistas, señala Lopatin. "Queríamos contarle la verdad sobre el estado del Ejército para que se apoyara en el Ejército con conocimiento de causa. Nuestros generales se enteraron y exigieron que el presidente se reuniera con todos o con nadie. Gorbachov tuvo que ceder. Fue una presión directa".

Vacilaciones

Cree Lopatin que la presión del mando militar sobre Gorbachov se traduce en vacilaciones sobre la necesidad de un Ejército profesional. En abril, Gorbachov dijo que la creación de un Ejército profesional era "prematura, por no decir intempestiva". "El Estado", añadió, "no puede ahora cargar con el mantenimiento de un Ejército semejante". Lopatin cree que los intentos de influir en la dirección política se realizan en medios de información como el diario Krasnaia Zvesda, o la tribuna del Parlamento.

¿Con quién está hoy el Ejército soviético? Lopatin, un ejemplo vivo de que el estamento militar ya no es una unidad monolítica, cree que "esta cuestión inquieta a todo el rnundo". "Entre Afiganistán y Tbilisi han pasado 10 años, pero el mecanismo de toma de decisiones para utilizar el Ejército es el mismo. Las decisiones las toma un pequeño grupo de funcionarios del PCUS".

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El empleo del Ejército ha politizado a la población soviética. El Ejército debe servir los intereses del Estado, señala Lopatin, partidario de la despolitización de la estructura militar.

¿Podría el Ejército ser utilizado contra Gorbachov en un golpe de Estado? "No excluyo la posibilidad de tales intentos por parte de la actual dirección del Ejército, que ha sido obligada a aceptar la necesidad de la reforma militar, pero que torpedea esta reforma, no quiere ceder su poder ilimitado, y emprenderá intentos de presión y tal vez [intentos] de mayor envergadura. Hoy, entre la dirección del Ejército y el cuerpo de oficiales hay un enorme abismo. La dirección militar no refleja los verdaderos intereses del Ejército ni tiene apoyo entre los oficiales de grado medio, que son la fuerza principal del Ejército".

'Rehén'

Otro obstáculo en el proceso de democratización y renovación militar, según Lopatin, son los círculos del complejo militar industrial" que mantienen al Ejército como "rehén" de la técnica militar y se la suministran en calidad y cantidad arbitrarias.

El presupuesto militar está repartido por decenas de ministerios del complejo militar industrial, dice Lopatin, partidario de concentrar el presupuesto en unas solas manos . Los 77.000 millones de rublos que constituyen la suma oficial no tienen en cuenta, según él, los gastos de defensa de las repúblicas, los órganos locales, las empresas y organizaciones o los ingresos indirectos del Ministerio de Defensa en sus fábricas o granjas.

"Un tercer obstáculo" añade, está constituido por ciertos círculos políticos a los que se subordina hoy el Ejército. El partido continúa dirigiendo el Ejército, sobre todo a través de las estructuras y selección de cuadros de la dirección política.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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