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Archaos, el circo de Mad Max

Una nueva concepción del espectáculo circense que causa furor en París

En el silencio y la oscuridad las tripas de un viejo automóvil explotan como si estuvieran preñadas de amonal. Aúllan las sirenas; se encienden múltiples proyectores; de la nada surgen unos enloquecidos motoristas que se agitan en torno a la hoguera... ¿Beirut? No; la primera escena del espectáculo Deliberadamente peor, del grupo Archaos. Un experimento circense que desde hace unas semanas abarrota por las noches el Halle de La Villete, en París, y que a partir del 16 de mayo podrá verse en el Moll de la Fusta de Barcelona.

La pesadilla inicial dura poco. Sin llegar nunca a pintarlo de color de rosa ni a darle el sabor del caramelo, Archaos propone al fin y al cabo un espectáculo de circo, una diversión para niños de edades comprendidas entre los seis y los 80 años. De modo que la violencia terrorista del arranque va a ser rápida y sabiamente ahogada por el humor, el pasmo y hasta la ternura. Una hora y media será suficiente para que todo termine con los actores y los espectadores bailando alegremente en la pista como en una fiesta de verano en un pueblo mediterráneo.De modo unánime la prensa de París ha descrito a Archaos como "el circo de Mad Max". En vez de con lentejuelas y terciopelos, Archaos se viste con hierros oxidados, trapos cubiertos de grasa, cascos y máscaras antigás; los puestos de golosinas son sustituidos por carcasas de automóviles; los globos, por sacos de plástico; los caballitos, por ruidosas motos todoterreno; los asistentes en uniformes escarlata de almirante, por tipos embutidos en monos grises.

Archaos es ante todo una tribu errante por los suburbios industriales de las grandes ciudades occidentales de este final de siglo. "Una horda", precisa Dominique Attali, una de sus co -ponentes. Son más de un centenar de artistas, técnicos y administrativos que viven y trabajan en común y vienen de muy variados horizontes: Francia, el Magreb, Brasil, Cánada, Alemania... Para las gentes de Archaos, dice su santo patrón Pierrot Pillot-Bidon, "el espectáculo es la vida, y la vida, una aventura".

Los miembros de esta compañía de circo libertaria no aceptan ninguna regla o autoridad humana o divina, salvo la voluntariamente aceptada de Pierrot. "Sin Pierrot", explica Dominique, "nos lanzaríamos todos al cuello de nuestro prójimo más cercano.

Él es el patriarca de la horda, el lobo viejo de la caniada".

Pierrot es todo un personaje. A los 17 años dejó familia y aldea para alistarse en el Ejército francés, donde, pensaba, podría aprender música tocando en la banda de su unidad. En realidad, pasó en el calabozo la mayorparte de su carrera militar y ésta duró justo el tiempo que tardaron los mandos en darse cuenta de que a aquel chiflado nadie podría meterle en cintura. Expulsado con todos los pronunciamentos desfavorables del Ejército, Pierrot formó hacia 1975 su pri mer grupo circense.Fue todo un retorno a las fuentes. El grupo de Pierrot estaba formado por jóvenes sin oficio ni beneficio que recorrían los pueblos del sur de Francia y el norte de Italia en una caravana de nueve carretas tiradas por 25 caballos. Por supuesto, tenían constantes problemas con las autoridades.

Pierrot y los suyos decidieron motorizarse y, más o menos por la misma época, se bautizaron con el nombre de Archaos y el apellido Circo de Carácter. Hoy son una aldea ambulante, con sus camiones, remolques, talleres, cocinas y gimnasios.

En el parisiense Halle de La Villette semejante humanidad desarrolla estos días un espectáculo sin palabras y muy en la estética del vídeo musical. Diversos números son representados al mismo tiempo en la pista, y, a una velocidad de vértigo, la iluminación atrae sucesivamente la atención de los espectadores sobre unos u otros. Desde un alto estrado, la música de Chihuahua ordena con eficacia el caos escénico. Chihuahua es un grupo multirracial en la línea rock pachanga de La Mano Negra que hace furor en Francia. Sus temas son rítmicos, rebosan de influencias latinas y americanas y están cantados en francés, español, inglés y una lengua inventada que llaman apolonia.

Archaos es Mad Max, o sea, rock, ruidos industriales, petardos, fuegos artificiales, gestos surrealistas y combates de gladiadores. Pero, como en el circo tradicional, Archaos son también acróbatas, trapecistas y domadores que doman a un león: un tipo vestido con el mono gris de los empleados de limpieza del metro.

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