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Klaipeda, puerto conflictivo

Pilar Bonet

El puerto de Klaipeda, una salida al mar Báltico clave para Lituanla, se perfila como el centro de un conflicto territorial entre el nuevo Gobierno independentista de Vi1na y el Krenilin.Moscú, que insiste en mantener las fronteras de posguerra en toda Europa, es aquí favorable a su revisión, según parece haber indicado Mijail Gorbachov al jefe del Partido Comunista Lituano (PCL), Algirdas Brazauskas.

A su vuelta de Moscú, la semana pasada, Brazauskas manifestó en la televisión lituana que "el problema de las fronteras con Klaípeda, la región de Klalpeda y Bielorrusia" se había abordado en su encuentro con Gorbachov en Moscú.

"Resulta que después de la guerra no hay documentos oficiales sobre la unión de esta ciudad y territorio al territorio de Lituania", señalaba el diario Komsomolskaia Pravda, al informar sobre la intervención de Brazauskas.

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Punto estratégico

En la estrategia independentista lituana, Klaipeda tiene un papel esencial como punto de avituallamiento de combustible en caso de embargo soviético.

Klaipeda (llamada Memel hasta 1923) posee unos astilleros navales y es base de una flota pesquera. Fue fundada por los teutones en 1252 y hasta el siglo XVII fue objeto de disputa entre prusianos, lituanos, polacos y suecos.

Tras la I Guerra Mundial, y en virtud del Tratado de Versalles, Memel fue administrada por los franceses (19201923). En 1923 fue ocupada por los lituanos. En 1939, la Alemania nazi se anexionó Klaipeda, pero en el mes de marzo, antes del pacto germano-soviético. En 1945 fue ocupada por la Unión Soviética, que la integró en Lituania.

Klaipeda es un centro de concentración de inmigrantes rusos (un 28,2% de la población), mientras los lituanos constituyen un 63%. Los lituanos son un 79,6% de la población total de la república, y los rusos, un 9,4%.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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