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Las Ventas, una meta

Numerosos empresarios esperan la oportunidad de gestionar la fiesta de toros en Madrid

La Comunidad de Madrid tenía previsto ultimar a principios de esta semana el pliego de condiciones para la explotación de la plaza de toros de Las Ventas, que saldrá a concurso en breve. La previsión es que se presente al concurso un importante número de empresas taurinas -por lo menos, las más solventes-, porque regir este coso, que con propiedad se le denomina "primera plaza del mundo", es la meta profesional de la mayoría de los empresarios del sector. También hay otros hombres de negocios, no taurinos, que proyectan formar sociedades para participar en la licitación.

Las Ventas es un negocio que da importantes beneficios económicos. La sociedad que edificó el coso -Nueva Plaza de Toros de Madrid SA, regida por Jardón-Escanciano- y tuvo la exclusiva de su explotación durante casi medio siglo, creó un verdadero imperio taurino. La puja disparatada de Diodoro Canorea para ganar la subasta que se convocó al concluir la concesión a Jardón y Escanciano, y el relevo de José Luis Martín Berrocal un año después, provocaron un paréntesis de confusión y saldos negativos, que se enderezó la temporada siguiente con la convocatoria de un nuevo concurso, en base a un pliego de condiciones progresivo e imaginativo.Entró entonces el empresario Manuel Chopera y recompuso tanto la categoría como la rentabilidad de la plaza -que se habían perdido en los dos años anteriores-, mediante una gestión profesionalizada y coherente. En poco tiempo recuperó la imagen del coso, garantizó la estabilidad organízativa, dio mayor consistencia a las ferias de San Isidro y de otoño, y con el planteamiento y desarrollo de una primera temporada verdaderamente importante, hizo concebir la esperanza de que revitalizaría definitivamente la fiesta en Madrid.

No ocurrió así, lamentablemente. Varias de las ofertas que había presentado Chopera en el concurso no se cumplieron jamás; la gestión se fue convirtiendo en una defensa a ultranza de sus particulares intereses y por añadidura la Comunidad adoptó una inexplicable actitud de permisividad. Cuando la plaza hubo de salir a concurso de nuevo, el ente autonómico estableció la "gestión interesada", regulada tan a la medida de la otra parte, que causó estupor en el estamento empresarial; introdujo en el pliego de condiciones los criterios de Chopera, en detrimento de los contenidos de la temporada; retrasó la publicación de la convocatoria al mes de enero, sin dar margen para preparar la temporada al adjudicatario (excepto si era Chopera, naturalmente).

Todo ello, más los rumores de que Chopera había adquirido las camadas disponibles (lo que daban por cierto en la propia Comunidad) provocó la impresión, entre empresarios, de que se trataba de maniobras disuasorias para que no acudieran al concurso. Muchos de ellos manifestaron a EL PAÍS que, en su opinión, Las Ventas ya tenía adjudicatario, y no estaban dispuestos a concursar en plan de comparsas. Sólo dos se aventuraron a licitar y, finalmente, la Comunidad adjudicó la plaza a Chopera, pese a que su oferta era la peor.

Llave de la temporada

Con el control de Las Ventas -llave de la temporada- en condiciones tan favorables, y el de muchas otras plazas que tiene en propiedad o en arrendamiento, directamente o por personas de su confianza, más el apoderamiento de toreros, Chopera ha ejercido en los últimos años un amplio dominio sobre todo el negocio taurino. Durante su gestión, la reventa de localidades en Madrid ha adquirido proporciones escandalosas.Esta concentración de poder ha creado recelos, insatisfacciones y agravios en los estamentos taurinos, aunque también le ha valido ser considerado el mejor (o "el menos malo") de los empresarios, según algunas opiniones. De cualquier forma, es un calificativo que aún está por demostrar. Porque el coso sólo ha tenido tres empresarios en sus seis décadas de historia -Jardón- Es-canciano, Canorea-Berrocal y Chopera-, mientras son muchos los que esperan a que se les de la oportunidad de alcanzar la meta de Las Ventas para, sin perjuicio de obtener las lícitas rentabilidades, poner al servicio de la fiesta de toros en Madrid su capacidad y su experiencia profesional.

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