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Los luteranos daneses prohíben al Papa hablar en su catedral

Juan Arias

Juan Pablo II llegará esta tarde a Copenhague, la etapa seguramente más dificil de su gira por tierras escandinavas, el único lugar donde los luteranos le han prohibido hablar en su catedral. En cambio, en Helsinki, capital de Finlandia, donde el Papa ha pasado 38 horas, ha sido recibido sin más protesta que un cartel que decía: "En China la paz celeste ha sido violada con el látigo. ¿Qué haces tú en Finlandia? ¿Por qué no te vas a Pekín"?.Incluso el diario comunista Kansan Ufsel escribió ayer que el Papa de Roma ha sido recibido en Finlandia "dernasiado bien" y que ello supone una "formidable operación de marketing para la Iglesia catófica". Durante una conferencia de prensa conjunta del cardenal secretario de Estado del Vaticano, Agostino Casaroli, y del arzobispo luterano de Turku, la tercera ciudad de Finlandia, John Vikstrom, este último destacó la importancia de que Juan Pablo II durante el rito ecuménico nacional que acababa de realizarse en su diócesis se hubiese definido a sí mismo "corno un cristiano". Añadió también que él no ha tenido la impresión de que el Papa haya venido "por lo menos aquí a Finlandia", subrayó, en actitud "rnisionera". Afirmó que Roma les había asegurado que se iba a tratar de un viaje eminentemente "ecuménico" y que su opinión es que "se han respetado los pactos".

Al ser preguntado sobre el hecho de que precisamente aquí en Escandinavia el Papa está evitando en sus discursos, con infinita prudencia, los temas candentes de la moral sexual, el cardenal Casaroli respondió que no está obligado a repetir siempre las cosas que ya ha dicho en otras partes.

Opinión sobre la actualidad

Los periodistas insistieron en saber también la opinión de la Santa Sede sobre los acontecimientos en curso en Irán, China y Polonia. Pero el diplomático vaticano estuvo prudente y evasivo. De Polonia no quiso decir ni una palabra, excusándose en que todavía es demasiado pronto para opinar, y ante la insistencia de una periodista respondió: "Está usted empeñada en que me confiese, pero eso sólo lo hago con mi confesor". Por lo que se refiere a China afirmó que la Santa Sede no tiene aún informaciones propias, y por lo que ha sabido a través de las agencias sólo puede expresar "horror".En cuanto a Jomeini, explicó que en estos casos la Santa Sede antes de dar un juicio histórico se lo piensa dos veces. "Nosotros", dijo, "no hablamos nunca sin antes reflexionar mucho". Al final, tras la insistencia de los periodistas italianos, respondió: "Vamos a ver lo que pasa ahora, porque no se trata sólo de una persona, sino de todo un movimiento que se ha inspirado en ella, y no quiere decir que ahora dicho movimiento desaparezca". Y concluyó diciendo: "Lo que nosotros desearíamos es que en el futuro pueda haber también allí libertad religiosa para las otras confesiones".

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