Cécile Éluard recogió el legado de su madre, Gala

Cécile Éluard, hija de Paul Éluard y Gala Dalí, tomó posesión ayer, a través de su abogado, Georges Flécheux, de parte de su herencia, pactada con Dalí y el Gobierno español, que después de la muerte de Gala estaba en usufructo hasta el fallecimiento del pintor. En el acto estuvieron presentes Manuel Jiménez Clavería, en representación del Estado y el abogado de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Miguel Doménech.El pacto, firmado por Cécile Éluard y el abogado Doménech (en representación de Dalí) el 3 de octubre de 1982, indicaba que algunos objetos de la herencia quedaban en usufructo hasta la muerte del pintor. El legado de Gala a Cécile consistía en 50 millones de pesetas, 2.300.000 dólares en efectivo y acciones, un dibujo a tinta de Picasso, de 1901, valorado en 10.000 dólares y dos cuadros de Giorgio de Chirico; un óleo sobre tela de 1916, valorado en 175.000 dólares y un retrato a lápiz dedicado a Madame Éluard, valorado en 10.000 dólares. Estas cantidades y obras pasaron la aduana española el 16 de octubre de 1982.

Ayer, Georges Flécheux recibió en Púbol los objetos restantes de la herencia. Entre ellos figuraban un arinarío, dos sillones, una sopera y un centenar de libros, la mayoría sobre arte. Posteriormente, en Port Lligat se le entregó un retrato de Gala realizado a tinta por Dalí, que durante los últimos años había ocupado un lugar destacado en la residencia de Cadaqués, (la hija de Gala había solicitado expresamente este dibujo, porque, según indicó, no tenía ningún retrato de su madre), así como varios muebles, otro lote de libros, una escultura de un cristo hipercúbico y otros objetos.

Alguno objetos que correspondían a esta parte de la herencia se quedaron en el castillo de Púbol, ya que la fundación tiene la intención de comprarlos con el objetivo de conservar el ambiente de las dos viviendas del matrimonio Dalí.