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Ortega ordena a su embajador que resista

El embajador nicaragüense en Washington, Carlos Tunnerman, ha recibido instrucciones del presidente Daniel Ortega de "resistir hasta donde sea posible" la orden de expulsión dictada por Estados Unidos, según señalaron ayer fuentes oficiales sandinistas. Nicaragua luchará ante el Consejo Permanente de la OEA por "los avances que ha tenido la soberanía y la independencia del continente", al defender la permanencia de Tunnerman como embajador ante el organismo interamericano, agregaron esas fuentes.[Un portavoz de la OEA ha adelantado que son escasas las posibilidades de que prospere el recurso nicaragüense, porque la carta de la organización aplica a sus miembros las misma normas de inmunidad y revocación que las que tiene el Gobierno norteamericano con los diplomáticos acreditados en el país, según informa The New York Times.]

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"En el caso supuesto de que los yanquis lograran imponer su voluntad, no sería sino la culminación del más bárbaro acto que registre la historia de la diplomacia y el derecho internacional contemporáneo", escribió ayer en un editorial el diario oficial sandínista Barricada.

Ortega, al comentar ayer la expulsión del embajador norteamericano Richard Melton, puntualizó que esa medida "se imponía para defender la seguridad nacional". "Estamos seguros de que nuestro pueblo se siente muy orgulloso de estas medidas", dijo, y defendió el cierre indefinido de Radio Católica, la clausura durante 15 días del diario opositor La Prensa, y el encarcelamiento de más de 40 opositores que protestaron en Nandaime contra el hambre, la miseria, los bajos salarios, la inflación y el incumplimiento de los acuerdos de Esquipulas 2.

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Carlos Huembres, Agustín Jarquín, Miriam Arguello y Luis Alberto Carballo Madrigal, fueron condenados a seis meses de cárcel, acusados de alterar el orden público y de encabezar una manifestación de "agresión contra la policía".

Los nicaragüenses aún no habían terminado de asimilar las últimas medidas gubernamentales, cuando el ministro de Desarrollo Agropecuario y Reforma Agraria, comandante Jaime Wheelock, anunciaba el miércoles que el Gobierno había decidido confiscar la explotación azucarera San Antonio, la principal productora nicaragüense del ramo, considerada como un emporio y de la que es propiedad la familia de Alfredo F. Pellas. Muchos comentaristas pensaban que los sandinistas no se atreverían a intervenir esta industria calificada como modelo en materia de eficiencia y avances sociales.

Como justificación, el Gobierno alega que sus propietarios se habían ausentado del país y dirigían la empresa "a control remoto", lo que provocó un "gravísimo deterioro" en la producción azucarera, hasta el punto de que las autoridades sandinistas se vieron obligadas a solicitar la ayuda de otros países para cubrir su cuota azucarera.

Ortega señaló que todas las medidas que ha adoptado el Gobierno han sido tomadas "para defender el orden institucional y que éste sea respetado".

[Ortega dijo el miércoles que no le sorprendería una invasión norteamericana a Nicaraguao, informa Reuter. "Del presidente Reagan se puede esperar lo peor".]

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