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Cuatro miembros del comité de Moscú votaron contra Ligachov

Pilar Bonet

Egor Ligachov [número dos del Kremlin y cabeza del ala dura del liderazgo soviético] ha vuelto a expresarse con gran seguridad sobre ideología tras ser elegido, con sólo cuatro votos en contra, delegado a la XIX conferencia del PCUS (que se inicia el 28 de junio) en el pleno del Comité Municipal de Moscú que seleccionó el viernes los 319 representantes de la capital.Asistentes al pleno dijeron ayer a esta corresponsal que cuatro personas del total de 154 votantes tacharon el nombre de Ligachov en la lista sometida a votación secreta. Para ser elegido había que tener mayoría simple (51%).

Mijail Gorbachov fue confirmado delegado por votación unánime y el historiador Yuri Afanasiev, que entró con dificutad en la lista, tuvo 21 votos en contra, según las fuentes. La Prensa moscovita ha publicado la lista de delegados sin especificar el apoyo recibido.

Sólo un grupo de destacados defensores de las reformas radicales representarán a Moscú en la XIX Conferencia, ya que el pleno municipal dio su apoyo a una selección marcadamente conservadora.

Ilustres ausentes

La socióloga Tatiana Zaslavskaia, el crítico literario Andrei Nuikin, el economista Nikolai Shmeliov, el escritor Yuri Kariakin, el economista Gavril Popov, el guionista Alexandr Gelman y el dramaturgo Mijail Shatrov forman el prestigioso elenco que no logró abrirse camino hacia la conferencia, pese a ser elogiados como "ardientes defensores de la perestroika" por el jefe del Partido en Moscú, Lev Zaikov.En un discurso en la ciudad de Togliatti trasmitido ampliamente por la televisión, Ligachov, miembro del Politburó y secretario del Comité Central, acusó a las "voces ajenas" de querer imponer a la URSS un sistema pluripartidista. "Ya basta de poner esto casi como condición para el desarrollo de la cooperación económica con los paises capitalistas", afirmó. Ligachov rechazó la "la economía de mercado occidental" y afirmó que estas ideas están dirigidas a "debilitar la estabilidad política del país". Ligachov invirtió los argumentos de sus detractores y acusó veladamente de estalinistas a quienes sostienen la "tesis de la creciente resistencia a la política de la perestroika", y advirtió sobre las "duras consecuencias" de la teoría mantenida en los años treinta de que la "lucha de clases" se agudizaba con la construcción del socialismo.

Sus palabras son, en opinión de medios soviéticos, una respuesta a los rumores de que Gorbachov y Ronald Reagan llegaron a un entendimiento, según el cual EE UU apoyará económicamente a la URSS si ésta continúa la reforma del sistema.

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Según estos medios, Ligachov trató de demostrar en Togliatti que sigue controlando la situación, después de que Gorbachov comentara públicamente la petición de Boris Eltsin, el defenestrado jefe del partido en Moscú, de que Ligachov cesara.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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