Dos iraníes se cortan las venas en un avión de Iberia tras ser expulsados de Dinamarca
Un hombre y una mujer iraníes se cortaron las venas a bordo de un avión de Iberia el miércoles, poco antes de que partiera el vuelo de Copenhague hacia Barcelona. Ambos formaban parte de un grupo de cinco iraníes huidos de su país por razones políticas y a los que las autoridades danesas expulsaron hacia España, tras negarles el derecho de asilo político. Según fuentes policiales españolas, los expulsados se hallan detenidos en el aeropuerto de Barajas, de Madrid, a la espera de un vuelo hacia Turquía. Según han advertido organismos internacionales, la integridad física de los deportados corre peligro en caso de que, como se prevé, sean devueltos a Irán.
El fallido intento de suicidio de los dos pasajeros iraníes provocó un retraso de tres horas en el vuelo 517 de Iberia, por el que dicha compañía ha afirmado que pedirá daños y perjuicios a las autoridades danesas. El vuelo fue retenido por la policía danesa mientras la pareja iraní -que intentó suicidarse como protesta por el rechazo de su petición de asilo político en Dinamarca- era atendida en un hospital vecino al aeropuerto. Una vez suturadas sus heridas, los dos iraníes y su hija fueron de nuevo introducidos en el avión, donde, junto a otra mujer y su hijo de dos años, también iraníes, viajaron hacia España bajo la escolta de cinco policías daneses. La expulsión de los cinco iraníes por parte de Dinamarca se debe, según declararon las autoridades de inmigración de este país, a la aplicación de las leyes vigentes, que prescriben que cuando una solicitud de refugio es rechazada el solicitante debe ser devuelto al último país en el que haya hecho escala antes de llegar a Dinamarca, que en este caso es España, informa Ricardo Moreno desde Estocolmo.Los cinco iraníes llegaron a Dinamarca procedentes de Estambul (Turquía) el día 14, en un vuelo de Iberia que hizo escala en Barcelona. Según informó a este periódico un miembro del Comité Danés de Apoyo a los Refugiados, la expulsión de los cinco iraníes se inscribe en la política de restricciones de la concesión de refugio practicada en los últimos tiempos por Dinamarca. Para ello, se apoyan en la aplicación estricta de algunos de los puntos de la legislación danesa sobre la concesión de asilo. En este caso, la que afirma que un país tiene derecho a negar el refugio a aquellos solicitantes que se haya comprobado que han pasado antes por un país seguro, aunque sea en breve tránsito.
Según estas fuentes, dados los antecedentes de los cinco solicitantes, su eventual devolución a Irán implicaría un grave riesgo para su integridad física. Y su entrega a Teherán se considera como segura si las autoridades españolas persisten en su decisión de enviarles de regreso a Estambul.
