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Gorbachov sugirió a Reagan un pacto sobre Nicaragua

Francisco G. Basterra

El líder soviético, Mijail Gorbachov, sugirió al presidente norteamericano, Ronald Reagan, en el último día de la reciente cumbre, un pacto entre las dos superpotencias por el que la Unión Soviética dejaría de armar a los sandinistas a cambio del cese de la ayuda militar de Estados Unidos a la contra. Pero los dos dirigentes no llegaron a un acuerdo formal sobre Nicaragua, dijeron ayer fuentes de la Casa Blanca. El pacto ofrecido por Gorbachov, durante un paseo de 11 minutos con Reagan por los jardines de la Casa Blanca, tenía por objetivo, según las fuentes, permitir que el plan de paz de Esquipulas 2 llegara hasta sus últimas consecuencias, sin injerencia de las superpotencias y con su apoyo tácito.

Funcionarios soviéticos han dicho en las últimas semanas que Moscú ha decidido que Nicaragua no debe ser obstáculo en las relaciones con Washington. El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, anunció su sorprendente aceptación de negociar con la contra nada más regresar de Moscú el mes pasado.La noticia de la oferta de Gorbachov surgió, el viernes, en una reunión en la que Reagan informó a destacados representantes del Congreso sobre la cumbre. Pero los términos ele la misma son confusos y las informaciones contradictorias.

Para algunos congresistas, A presidente les transmitió la impresión de que había un acuerdo sobre Nicaragua y que Gorbachov había incluso ofrecido retirar también a los asesores soviéticos. Pero una fuente de la Casa Blanca precisó ayer que "Reagan recibió algunas indicaciones de que la URSS está dispuesta a considerar la reducción del suministro de armas y dinero a los sandinistas siempre que Estados Unidos y Nicaragua estén dispuestos a respetar los acuerdos de Guatemala".

Firmeza reaganiana

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A Gorbachov le quedó claro la firmeza de Reagan en su apoyo a la contra, añadió un portavoz norteamericano. Sin embargo, otros legisladores se extrañaron del silencio del presidente cuando su consejero de Seguridad Nacional, Colín Powell, presente en la reunión, realizó una firme defensa de los rebeldes.

La conversación sobre Nicaragua se continuó también en el almuerzo de trabajo de los dos dirigentes el jueves, justo antes de la conclusión de la cumbre, cuando también se discutió, fundamentalmente, de Afganistán.

Jim Wright, el speaker (presidente) de la Cámara de Representantes, y el mejor amigo que tienen los sandinistas en el Congreso, explicó: "Reagan parecía creer que la URSS está dispuesta, en el contexto del plan Arias, a retirar a sus asesores y las armas y a no enviar más. Esta es la impresión que obtuvo el presidente y la que yo tengo también después de hablar con líderes sandinistas".

El dirigente de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Bob Michel, ofreció una interpretación distinta, a afirmar que lo que el presidente dijo fue que "los soviéticos limitarían su apoyo a los sandinistas a armas ligeras, no aviones ni grandes piezas de artillería". Otros congresistas insisten en que Gorbachov sólo se refirió a la suspensión de suministros de armas pesadas, ofensivas, y no ofreció la retirada de los asesores militares. El presidente le explicó al líder soviético que, mientras continúe abierto el proceso de paz, EEUU sólo enviará ayuda humanitaria a la contra.

Funcionarios de la Administración, citados ayer por The Washington Post, explicaron que la sugerencia de Gorbachov, en el contexto de un apoyo conjunto de Washington y Moscú al plan Arias, fue bastante "críptica", no fue seguida por más conversaciones y no ha sido tomada como una oferta seria por la Administración norteamericana. En ninguna de las sesiones informativas con la Prensa han mencionado los norteamericanos el conflicto de Nicaragua, limitándose a hablar de Afganistán y la guerra entre Irak e Irán, asuntos sobre los que no se ha realizado "ningún avance".

De hecho, no hay ninguna mención explícita a ese país en el comunicado final de la cumbre, que constata que persisten "serias diferencias" sobre los conflictos regionales. Reagan dijo que la discusión fue en ocasiones "brusca" y Gorbachov declaró: "No podemos decir que hayamos hecho progresos". El tema de Nicaragua, a pesar de que fue mencionado por el presidente en su discurso televisado al final de la cumbre -volvió a hablar de los luchadores por la libertad y a pedir la salida de los soviéticos de ese país centroamericano-, no fue prácticamente tratado en los tres días de reuniones.

[El arzobispo de Managua, cardenal Miguel Obando y Bravo, mediador entre el Gobierno nicaragüense y los contras, se reunió el viernes durante una hora con el presidente Daniel Ortega. A la salida de esta reunión, Obando expresó su confianza en que se logre un alto el fuego antes de Navidad, informa Reuter. El mediador nicaragüense propuso al líder sandinista una segunda ronda de negociaciones en la República Dominicana y expresó su esperanza en que ambas partes pudieran acordar una tregua, aunque sea sólo para las fiestas navideñas. Obando no especificó fecha para dicha ronda de negociaciones, aunque de sus palabras se desprende que sería en los próximos días. No obstante, los sandinistas siguen insistiendo en la fórmula de contactos indirectos].

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