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LA NUEVA DISTENSIÓN

El triunfo del realismo

La 'cumbre' de Washington, reflejo del pragmatismo de dos líderes que quieren hacer negocios juntos

Francisco G. Basterra

, La cumbre de Washington es el triunfo del realismo y del sentido pragmático de dos líderes que quieren hacer negocios juntos. Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, empujados por la necesidad -el lugar de su presidencia en la historia el primero y su supervivencia y la de su sistema el segundo-, han acordado una tregua. Pero probablemente no se trata ni del final de la guerra fría ni de una distensión entendida como la producida por Nixon y Breznev en los años setenta, a pesar de la retórica de nueva era internacional empleada por Gorbachov antes de regresar a Moscú.

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El difícil final

Ambos asumen que no se cumplirá la predicción de Reagan de que es posible arrojar el comunismo "al basurero de la historia", ni la de Jruschov -el último líder reformista que tuvo la URSS antes de Gorbachov: "Os enterraremos". Este sentido de lo posible ha hecho que el presidente y secretario general del PCUS hayan podido calificar de "exito" una cumbre que, con la excepción ya descontada de la firma del histórico tratado INF, no ha producido un solo resulta do verdaderamente apreciable.Pero la inteligencia de estos dos grandes vendedores ha sido aplazar su principal contencioso, la guerra de las galaxias, que, como hicieron los constituyentes españoles en 1976 con las cues tiones más candentes, dejan aparcado a la espera de nuevas ideas o con la esperanza de que el tiempo lo resolverá. Su encontronazo sobre los conflictos regionales -salpicado por un brusco, intercambio de puntos de vista- y sobre los derechos humanos no ha sido óbice para que el viejo cruzado de la guerra fría y el audaz sucesor de Lenin se despidan con un "hasta pronto en Moscú".

El 'amigo Ron'

Gorbachov quiere convertir a Reagan en el padrino de un nuevo período de deshielo en las relaciones internacionales. Tiene puesta su mirada en una cumbre en Moscú con la firma de un nuevo paso histórico, la reducción de los misiles intercontinentales. En su calendario cuenta con el apoyo que puede suponer la visita de su amigo Ron a la URSS poco antes de la conferencia del PCUS -un período preelectoral-, cara a consolidar su posición.Reagan, con la firma del INF, ya ha conseguido un importante triunfo internacional, que hasta ahora se le había escapado. No está en absoluto empujado, como Gorbachov, para dar el nuevo paso, para el que no tiene más presión que su deseo de entrar en la historia. Tras esta cumbre, su popularidad ha subido y parece dejar atrás los efectos del Irangate. El Congreso aplaudió ayer al presidente por su comportamiento en la cumbre.Pero ha accedido a acudir a Moscú como buen cierre de irnagen de su presidencia, aunque no haya un tratado START para firmar. Pero es muy aventurado pronosticar un calendario. Estados Unidos entra en un año electoral, y todo, incluido el viaje de los Reagan al Kremlin, estará en función de esta nueva dinámica y de lo que digan los sondeos allá por la primavera.

Ronald Reagan ya no vincula directamente el desbloqueo en los conflictos regionales y derechos humanos a los avances en reducción de armamentos. Pero sí lo hacen poderosos sectores conservadores, y Moscú debe entender -sobre todo en la violación soviética de los derechos humanos- que ningún Congreso norteamericano aprobará un tratado de armas estratégicas sin que abra el grifo de la emigración de los judíos.

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Los dos políticos más poderosos del planeta se conocen mejor después de tres encuentros, admiten sus profundas diferencias personales y filosóficas, y saben que no es posible realizar la visión del mundo sin armas nucleares con la que ambos jugaron, peligrosamente, en la cumbre de Reikiavik. Ambos han decidido, tras tres días de intensas negociaciones, darse tiempo y ganar espacio de negociación. Han creado un clima para que sus segundos trabajen a fondo en Ginebra en los temas pendientes -"será difícil y laborioso", admiten- para poder dar el siguiente paso: la reducción en un 50% de sus arsenales estratégicos.

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