Descharnes y los derechos del artista
El anuncio de que la sociedad encabezada por el estudioso de arte francés Robert Descharnes actuará judicialmente contra las falsificaciones de obras de Salvador Dalí en Japón devuelve a la actualidad la existencia de un lucrativo mercado mundial de obra gráfica (litografías, grabados, etcétera) y objetos dalinianos falsos o editados sin autorización, así como la lucha por la administración del legado de Dalí.Robert Descharnes es un hombre clave en esta lucha. Desde 1985, en que Dalí rompió su vinculación a la entidad francesa Société de la Propriété Artistique et des Dessins et Modéles (SPADEM) y confirió -por medio de poderesla administración de los derechos de autor de su obra en todo el mundo a la sociedad Demart / Proarte, creada por el francés, Descharnes es el único representante mundial autorizado del pintor.
En septiembre pasado, Demart/Proarte ya intervino en Japón, con ocasión de una exposición de obra gráfica de Dalí en Tokio, organizada por una editorial barcelonesa con el apoyo del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña. Algunas de las obras de la muestra fueron re tiradas por irregularidades en los derechos de edición. De todos modos, la sociedad Demart / Proarte ha conocido también la controversia. Se trata de una sociedad con sede en Ginebra (Suiza) que, sin embargo, opera desde Amsterdam. Descharnes es su único gestor, aunque no el único accionista. Algunas personas anteriormente allegadas a Dalí han señalado que el control de esta sociedad y la especialísima relación de Descharnes con Dalí aseguran al francés una libertad de acción total con los derechos del pintor.
La acción judicial en Japón se enmarca en la laberíntica tarea de rastrear las innumerables falsificaciones de obra gráfica de Dalí que existen en el mundo.
Un grave problema para rastrear falsificaciones es que el propio Dalí firmó, a cambio de dinero en metálico, decenas de millares de láminas en blanco, en las que después se estampaban las planchas realizadas por el pintor.
