Un cambio bien acogido
El mundo árabe y Europa han reaccionado favorablemente al relevo de Habib Burguiba por su delfín Zine el Abidin Ben Alí. El primer ministro francés, Jacques Chirac, contactó telefónicamente con el nuevo presidente de Túnez y aunque no trascendió el contenido de la conversación el ministerio de Exteriores galo deseo inmediatamente a los habitantes de su ex colonia un "futuro feliz y próspero".El Gobierno español declaró que esperaba que la nueva situación creada "permita el fortalecimiento de la democracia en ese país".
Para el representante en París de la Liga Arabe, la sustitución de Burguiba "era un hecho esperado" y la presidencia de Ben Alí puede aportar "cambios positivos" a los tunecinos.
Argelia, ligada a Túnez por un tratado de "fraternidad y concordia", envió un mensaje de felicitación en el que deseaba a los nuevos dirigentes un "grandioso éxito". Estados Unidos, Egipto y Marruecos expresaron también apoyo al nuevo presidente.
La reacción interna ha sido también favorable, tanto por los grupos de oposición como por los simples ciudadanos, con centenares de ellos que se concentraron frente al ministerio del Interior en apoyo de Ben Alí. El prohibido Movimiento de Tendencia Islámica se congratuló por el final de un "reino despótico" y pidió a Ben Alí la promulgación de una amnistía.
