François Maspero: "Lo importante es dar la palabra"
El antiguo editor y librero presenta en Madrid su primera novela, 'La sonrisa del gato'
François Maspero, de 54 años, presentó ayer en Madrid -y hoy lo hará en Barcelona- su novela La sonrisa del gato. Se trata de la primera aventura literaria personal de quien dirigió, de 1959 a 1982, la editorial parisiense que llevaba su apellido. Maspero publicó los textos políticos de autores fundamentales en el pensamiento actual y fue dueño de la librería La Joie de Lire, lugar por el que pasaron, de 1959 a 1974, muchos intelectuales españoles de izquierdas que viajaban a Franela. Maspero declara que "lo importante es dar la palabra".
François Maspero aplicaba en el gobierno de su librería un ideal complementario a su trayectoria de hombre abierto de la extrema izquierda teórica. De ahí que no tuviese vigilantes, y ocurriera, según cuenta un escritor español que pasó en sus dos locales muchas horas, "que entrabas delgado y salías con más kilos". La "deuda entrañable" no es sólo intelectual, sino también material. Maspero señala que los saqueos a su librería son "una leyenda, algo anecdótico". Es un hombre alto y desgarbado, de Ojos azules y apariencia elegante y cortés. Al principio de la conversación advierte fríamente que se encuentra en España "porque he publicado un libro"; pero a medida que surgen las preguntas es inevitable la referencia a los 1.500 títulos que lanzó en su larga carrera como editor, el primero de los cuales, curiosamente, era uno sobre la guerra de España.
Contacto directo
"Tuve una librería y fui editor", dice. "He realizado un trabajo que muchas veces amé, por lo relacionado que estaba con la artesanía y por el contacto directo que siempre establecí con los textos y los autores, primero, y con los lectores después".
Para Maspero lo importante es "dar la palabra". Ésa ha sido su obsesión, y por ello desde sus inicios publicó textos que debatían, a través de muchos puntos de vista, los acontecimientos Políticos mundiales y las polémicas que surgían en la izquierda. "Con los pocos medios con que contaba", asegura, "siempre he tratado de dar respuesta a los momentos de la historia". En la etapa previa al conflicto francés con Argelia militó brevemente en el Partido Comunista de Francia, pero, debido a la posición de éste ante el asunto, lo abandonó.
Pregunta y respuesta son dos conceptos que repite continuamente. En su novela, La sonrisa del gato, obra a medio camino entre lo autoblográfico y lo puramente imaginario, sitúa en la primavera de 1944 a un adolescente de 13 años. "He buscado el momento en el que uno se plantea sus primeras preguntas", dice, "porque después, si se es honesto, la vida será una manera de contestar a ellas". Para Maspero, la vida tiene algo de repetición de las primeras imágenes.
El libro se publicó en Francia en 1984, según dice, y vendió unos 50.000 ejemplares. Su traductor al castellano fue José Martínez, el animador de otra editorial mítica: El Ruedo Ibérico. Maspero cita a Martínez -fallecido en marzo pasado- admirativamente, y otros norribres que recuerda son Jorge Semprún, José Á. Valente y Espriu (de estos dos últimos publicó sus poemas en la editorial).
"Nadie sabe por qué escribe", dice refiriéndose a la novela. "Quizá yo lo he hecho por la alegría que produce recrear imágenes y colores". La obra tiene un título curioso, y más sabiendo de dónde proviene. En Alicia en el país de las maravillas la protagonista habla con un gato. De pronto, el animal se desintegra y queda sólo su sonrisa. Alicia reflexiona: "He visto muchas veces un gato con una sonrisa, pero nunca una sonrisa sin gato".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.