K. S. Karol ataca en su libro, 'La nieve roja', la visión maniquea sobre la URSS
El escritor y periodista de origen polaco K. S. Karol, colaborador y editorialista del semanario francés Le Nouvel Observateur, y autor de libros sobre China, Cuba y la Unión Soviética, presentó ayer en Madrid su libro autobiográfico La nieve roja, publicado por Alianza Editorial. Karol pretende con este relato sobre sus años juveniles en la URSS en guerra dar una versión que varía entre la novela de corte aventurero y un documento histórico de la época, con el fin de aclarar la visión maniquea que se tiene de una URSS que, según él, "no es ni un infierno ni un paraíso".
Solik es el título original de este libro, que apareció en Francia en 1983, y se refiere al apodo que recibió K. S. Karol de sus compañeros en el instituto de Rostov durante los años que permaneció en la URSS en guerra, que tiene una traducción aproximada de pequeño salado, según él, a causa de los comentarios críticos que hacía de las situaciones que vivía entonces. A los 16 años, el joven polaco ejercía ya esa capacidad de análisis que lo llevó a convertirse más tarde en uno de los más conocidos comentaristas políticos sobre los países del Este en Occidente."Mi nombre, Karol, significa rey en ruso. Era un poco difícil para ellos llamarme por ese nombre, particularmente en una escuela soviética. Es por eso que decidieron darme un sobrenombre y llamarme Solik. Con mis comentarios no pretendía situarme como un opositor en el instituto, pero había que considerar que yo venía de una escuela privada mucho mejor que aquélla en Polonia. Aunque tal vez tuvieron alguna otra razón que ignoro para ponerme ese apodo", manifestó.
El autor de La nieve roja no sólo ha tenido ese sobrenombre. El nombre con el que ha hecho su carrera, con esas enigmáticas iniciales nunca explicadas que hacen pensar en algún complicado nombre polaco, responden tanto a una necesidad de ocultar su verdadero nombre completo para evitar posibles represalias a sus familiares que aún viven en Polonia como a una clara visión de lo que en una carrera periodística puede significar un nombre fácil de recordar y pronunciar en distintos idiomas.
K. S. Karol empezó a escribir este libro hace unos cuatro años. "Seguía trabajando como periodista y eso no me perrnitía un trabajo continuo en el libro. Lo empecé antes de la huelga de Danzig, y yo tenía que escribir sobre todos los países del Este. En ese período, Breznev tuvo el mal gusto de morir, Suslev también murió, sin hablar del,gran golpe de Estado en Polonia, y esto hizo del tiempo en que eseribía el libro una etapa más turbulenta que lo que tenía previsto".
Infierno y paraíso
"Yo tuve la intenciónde escribi este libro desde el tiempo en que estaba en la escuela porque era un joven en un mundo distinto que sentía la necesidad de contar cuál había sido mi experiencia cuando regresara a Polonia. No tomé nunca notas ni apuntes entonces. Además, en tedos los libros que escribí antes de éste hacía constantes alusiones autobiográficas referidas a mis peripecias de esta época en la URSS No había tenido tiempo de poner todo este material en orden y además no había decidido cómo contar esto 40 años después"."Podía hacer una reflexión sobre estos años de fuego o podía tratar de retratar cómo este joven reaccionó en ese momento. Opté por lo segundo porque no quería recurrir a ninguna documentación, con la dificultad de poder parecer un poco ingenuo, pero en realidad me parece más bien autoirónico. He querido escribir esta vida sin proyectarla sobre los grandes problemas. Por otro lado, la vida privada tenía un papel muy grande en esos años".
"A cierta edad uno tiene la tendencia de reflexionar sobre lo que sucedió", añade el escritor. "Además, a decir verdad, tenía la preocupación de que le gente sabe muy poco sobre la URSS. Se tiende a la interpretación maniquea: o un infierno o un paraíso. En mis recuerdos existen períodos infernales y períodos paradisiacos, todos vividos en el mismo país. Todo depende de dónde se encuentra uno y por qué razones. Los tiempos eran duros, pero existía un sentido de la ami.stad. Como éramos jóvenes teníamos problemas de amor, sin los que ese universo se hubiera hecho completamente incomprensible. El amor tenía un enorme papel en nuestra vida, sobre todo teniendo en cuenta que éramos jóvenes alejados de nuestras familias en plena guerra".
El libro fue publicado en Francia en 1983, y la recepción que tuvo fue buena, aunque no entusiasta. "Principalmente a causa de que Francia es un país maniqueo, no solamente en su antiestalinismo, que está bien, sino que es antísoviético", afirmó Karol.
La nieve roja se presenta estos días también en su traducción italiana.
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