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Hosni Mubarak rehabilita al patriarca de los coptos

Chenuda III, de 62 años, patriarca de la Iglesia cristiana ortodoxa de Egipto, fue liberado ayer y repuesto como jefe de la influyente comunidad copta por decisión del presidente egipcio, Hosni Mubarak. De este modo, el presidente egipcio zanjó la contienda religioso-política más importante del Egipto de los últimos tiempos. Los coptos constituyen la minoría religiosa más extensa e influyente de Egipto.

Desde su acceso al poder tras el asesinato de Anuar el Sadat, en 1981, el presidente Hosni Mubarak fue adoptando medidas de apaciguamiento respecto a la comunidad copta, de estímulo a la decisiva comunidad musulmana egipcia y de represión contra el integrismo.La rehabilitación de Chenuda III se inserta, según los observadores, en esta línea de actuación de Mubarak.

Chenuda III, abogado, arqueólogo y teólogo, militar en la reserva y ex periodista, posee una fuerte personalidad. En 1971 fue designado 117º patriarca de Alejandría y sucesor del papa copto Cirilo. El líder de los aproximadamente seis millones de miembros de la Iglesia ortodoxa copta de Egipto había permanecido en residencia vigilada en un monasterio desde el 5 de septiembre de 1981, por orden del entonces presidente egipcio Anuar el Sadat. Los coptos ocupan en Egipto una posición similar a la que en algunos países de Europa ocupa la burguesía media ilustrada.

El asesinado rais egipcio sancionó de esta manera al dignatario copto, al que acusaba de fomentar las luchas sectarias y de mezclarse en actividades políticas impropias de su ministerio. En virtud de aquellas sanciones del presidente Sadat, Chenuda III se vio desprovisto de su condición de representante único de la comunidad copta de Egipto, se le prohibió acudir a las grandes ciudades y celebrar públicamente su ministerio fuera de los monasterios coptos que se alzan sobre algunos valles de los desiertos egipcios.

El líder copto cumplía la proscripción gubernamental en un monasterio de San Bochoi, en el valle de Wadi Natrun, situado a unos 120 kilómetros al norte de El Cairo, por la ruta desértica que une la capital egipcia con la ciudad portuaria de Alejandría.Las relaciones entre Sadat y Chenuda III comenzaron bajo buenos auspicios. Sin embargo, en 1977 las relaciones se enfriaron bruscamente. El activismo islámico, con apoyo de algunos agentes del Estado egipcio, provocó entre los coptos un sentimiento de frustración creciente, así como numerosas víctimas. En protesta contra un proyecto de islamización de la Constitución egipcia, que en 1980 convirtió a la sharia, la tradición islámica, en la principal fuente del derecho, Chenuda III ordenó a su grey una huelga de hambre de tres días de duración, que fue seguida masivamente por millones de sus seguidores.

La tensión entre musulmanes y coptos culminó en 1981 con los sangrientos combates sectarios de Zawia el Hamra, en los arrabales de El Cairo, que costaron la vida a 17 personas y heridas de distinta consideración a otras 112 personas más.

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Para luchar contra lo que denominó la "sedición confesional", Sadat tomó la decisión, sin precedentes en Egipto, de detener a 1.536 personalidades religiosas y laicas (entre ellas Chenuda III) en una sola noche, el 3 de septiembre de 1981.

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