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La reina Sofía e Imelda Marcos presidieron en Fez el comienzo de la boda de la hija de Hassan II

DOMINGO DEL PINO ENVIADO ESPECIAL, Durante cinco días consecutivos la ciudad de Fez, en el corazón del Marruecos antiguo y tradicional, será el escenario de las grandes y fastuosas ceremonias del matrimonio de la princesa Lalla Mariam, hija mayor del rey Hassan II. En el mechuar del palacio, el patio exterior delantero que da acceso a los edificios privados y amurallados del monarca y su familia, el rey Hassan II, flanqueado por la reina Sofia de España, sentada a su derecha, e Imelda Marcos, esposa del presidente filipino, Ferdinand Marcos, a su izquierda, y desde un podio a tres metros de altura del suelo, presidió el sábado pasado la ceremonia del jenna, con la cual dan comienzo los cinco días que en verdad dura la celebración del matrimonio, que sólo se da por concluido cuando llevan a la novia de la casa de su padre a la casa del marido.

Desde las siete de la tarde del sábado empezaron a llegar al mechuar del palacio de Fez los invitados de marca del rey Hassan II, según la precedencia establecida por el protocolo ,P marroquí. La primera en ser recibida fue la reina Sofía, seguida por Imelda Marcos, y el presidente Omar Rongo, de Gabón, que compartió con ellas la tribuna real, junto al rey Hassan II, los príncipes Sidi Mohamed y Mulay Rashid, hijos del monarca, y el príncipe Mulay Hicha, hijo del fallecido príncipe Mulay Abdalla, hermano del rey.Gadafi no apareció

Había una gran expectación por ver si se cumplía el rumor de que el coronel Muamar el Gadafi, presidente de Libia, líder de la revolución y copresidente con el rey Hassan II de la Unión Árabe Africana libio-marroquí, estaría presente en este día inaugural de festividades junto a la Reina de España y otros invitados nota bles como el ex rey Simeón de Bulgaria, el príncipe Reza Shiro, hijo del fallecido y depuesto sha de Irán, algunas duquesas eu ropeas, príncipes y jeques de la Peninsula Arábiga, alguno de los cuales puso una nota de color adicional haciéndose acompañar por un pequeño pelotón de guardaespaldas japoneses. Gadafi no apareció, pero no se descarta que llegue en alguno de los próximos cuatro días de festejos.

La princesa Lalla Mariam, de 22 años, nació el 26 de agosto de 1962 en Roma, y es la hija mayor del rey Hassan II. Quedará desposada al completarse las ceremonias con Fuad Ibn Abdellatif al Thani, de 29 años de edad, hijo del actual ministro de Información y ex embajador de España, Abdellatif Filali.

Fuad, como su padre, procede de una de las más viejas familias de Marruecos, originaria del Tafilalet, de donde se deriva el nombre de filalis, que también se da a los miembros de la familia real.

Fuad Ibn Abdellatif estudió en Estados Unidos, en donde se graduó en Economía y donde vive desde hace años y es responsable de una importante sociedad financiera norteamericana. El matrimonio irá a residir a Estados Unidos.

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La ceremonia del jenna (símbolo del afecto) con la que se iniciaron el sábado las festivida des consiste en pintar a la princesa las palmas de las manos y las plantas de los pies con jenna, lo cual, de acuerdo con la tradición simboliza la purificación. Cada mediodía de estos cuatro días restantes, las mujeres de la familia y de palacio acompañarán a la princesa al jamman, baño turco común para mujeres.

El tercer día, siete mujeres derramarán sobre la novia siete cu hos de agua templada, en una es pecie de exorcismo destinado a evitar las disputas futuras con su marido. El cuarto día, la novia lo pasa en sus habitaciones de palacio.

Al quinto día, las heggafats o amas de casa vienen a vestir a la princesa, a la que sientan luego en una mesa baja, y con ella sobre los hombros salen al patio de la vivienda para que sea contemplada por todos. Luego la novia regresa a su habitación, le quitan el velo y le pintan el rostro. Después le ofrecen a beber leche, que simboliza la pureza, y le dan a probar dátiles, que significan la riqueza, para desearle ambas.

A medianoche de este quinto día, la novia es transportada en un palanquín cerrado a la casa del novio, y es entonces cuando los preliminares del matrimonio se consideran concluidos y ambos se convierten en marido y mujer.

Al mismo tiempo que el matrimonio de la princesa, la tradición alauí requiere, como testimonio de que desea asociar al pueblo a todas sus alegrías o a todas sus tristezas, que se celebren en palacio, costeados por el monarca, otros matrimonios de jóvenes de todas las clases sociales de todas las regiones del reino. En un principio se celebraban 50 matrimonios. En la actualidad se celebran 250 matrimonios al mismo tiempo.

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